La fuerza de ser uno mismo ante millones de pantallas es un camino tan lleno de altibajos, emociones y vivencias, como el del mítico sendero del Mago de Oz. Pero lejos de la fantasía, Carla Giraldo ha conseguido la mejor victoria de todas como mujer: permanecer fiel a sí misma en un constante aprendizaje que inspira por su incesante transparencia. En exclusiva, Marie Claire habló con la actriz y presentadora sobre su búsqueda por algo tan común de expresar, pero tan difícil de mostrar: la autenticidad.
Carla Giraldo creció ante los ojos de los colombianos en producciones como Me llaman Lolita —su primer estelar—, Francisco, el matemático, Juego limpio o Cumbia ninja, demostrando su talento y carisma ante las cámaras.
Esta versatilidad también se evidencia en un programa como La casa de los famosos, donde se desafía a sí misma para encontrar una voz que no muchas mujeres pueden tener dentro de la sociedad colombiana y la industria del entretenimiento, una que la ha hecho ser inolvidable y que, más allá de los personajes que encarna, refleja la sinceridad que tiene consigo misma.
‘Persistir es buscar lo que yo quiero que me haga feliz. Pero ese querer no es fácil mantenerlo. Más aún en un ambiente tan difícil en el que tienes que evolucionar y aprender cosas nuevas. El medio me ha llenado de placeres, emociones y éxitos; pero también me ha enseñado la capacidad de la resiliencia’, comparte la actriz a Marie Claire.
Esa fortaleza le permitió superarse en distintas etapas de su vida y, sobre todo, encontrar el éxito como actriz y presentadora, entendiendo las realidades de su profesión más allá de la fama.
El infinito poder de ser fiel a sí misma

‘El medio me tragó, pero tuve muchas herramientas para salir adelante. Jamás le tuve miedo a nada en un ambiente tan exigente, donde te lo crees todo. Y cuando eres un niño, alcanzar el cielo es fácil, pero bajarse de ahí también. Fueron años de luchas, sacrificios y dificultades; también de no entender y no sentirme muchas veces comprendida. Pero con fe, en mi instinto animal —que yo creo que tenemos ahí, muy guardado, siempre— y logré sobrevivir al final de todo este tsunami. Porque los artistas siempre estamos acostumbrados al no, cuando lo que más esperamos y añoramos es un sí, pero lo que más nos llega son los: No nos llames. No, muchas gracias; es que hay otro. Aprender a verlo te ayuda a sobrevivir’, expresa con sabiduría.
Tomar ese camino le ha ayudado a reconocer su voz, una que ha fortalecido cuando ha sido necesario. No obstante, en una sociedad que, en pleno siglo XXI, sigue con juicios sobre los roles de las mujeres en todas las industrias, Carla ha roto el molde y su tenacidad va más allá de ella misma.
‘Aunque me dolía muchas veces ser señalada, aprendí a alzar mi propia voz y a decir lo que me gusta y lo que no. Eso me fortaleció, aunque a veces se ve como arrogancia. Como mujeres, en ocasiones, nos cuesta hacerlo porque somos muy vulneradas y no tenemos ese derecho. No ha sido fácil, porque la gente lo ve como un escándalo o como querer llamar la atención o hacer polémica. Pero desde
pequeña fui una rebelde con causa y con convicción, lo que me llevó a hablar sobre lo que me gusta y lo que no; y no solo por mí, sino también por muchas personas que no tienen voz propia’, explica Giraldo acerca de los derechos que aún quedan por conquistar las mujeres en el entretenimiento en cuanto a las garantías laborales y, sobre todo, en ese eterno escrutinio del cuerpo sobre el que también ha tenido un paso adelante, con ese espíritu indómito que la caracteriza.

Carla Giraldo y la valentía de ser sin ataduras
Lo anterior le ha permitido ser cada vez más abierta sobre un cuerpo al que ha amado en todas sus tallas y etapas de su vida. ‘Siempre me he desprotegido.
Siempre me he desnudado. Me encanta desnudar mi alma. Al ser señalada, he aprendido a convivir con mis defectos y mis virtudes. Ahora estoy con el cuerpo que me gusta y sí, la gente habla siempre de los cuerpos ajenos, pero siento que somos un reflejo de eso. Entonces, cuando nos juzgan es porque quisieran estar de cierto modo o no, y no hay aceptación. Y creo que esto es lo más importante: me amo y me quiero como soy, y esto me ha dado la oportunidad de desnudarme en cuerpo y alma cuando he querido, sin miedo y sin remordimiento’, precisa con orgullo.
Carla también es madre de dos hijos. Una mamá que quiere ser amiga de ellos y que sabe de la dureza de su rol, pero que también usa su inteligencia para comprender qué implica serlo hoy en día. Y sobre todo, con esa honestidad que también transmite cada noche en La casa de los famosos, donde también se encontró a sí misma como presentadora.
‘En el camino me di cuenta de que yo no era una presentadora más y en la primera temporada estuve al lado de Cristina Hurtado. Aprendí muchísimo, ya que es una
mujer muy disciplinada y que sabe lo que hace. Ahora, con Marcelo [su primer coestelar en Me llaman Lolita], después de 25 años, tengo una persona a mi lado con mucho amor, cariño y generosidad que me invita a crecer junto a él en este proyecto. Estoy muy agradecida, porque somos uno de los programas más vistos y conozco día a día a estos seres humanos en este experimento de la vida real donde
les sometemos a mucha presión y los juzgamos. Allí he aprendido a observar, callar y entender’, enfatiza.
Una vida llena de aprendizajes

Y lo hace con la misma dedicación con que prepara cada emisión, estudiando a fondo para ofrecer un trabajo excelente. Esta pasión y perseverancia la ha convertido en una fuerza imparable.
‘Lo que me gusta lo hago con entrega y con amor. Siempre lo visualizo y me lo propongo. Se lo pido a Dios y al Universo, y hago lo que esté a mi alcance para lograrlo. Es por eso que les digo a las mujeres que empiezan en cualquier cosa: con disciplina y creer en ti, lograrás todo. No es fácil, pero creer en ti misma es el poder más grande que existe’, afirma con ese carisma y convicción que trasciende la pantalla y que invita, como dice ella misma, a decirle ‘sí, a todo’ a todas las cosas que trae la vida.
Créditos:
Fotografía: Carlos Ruizc
Realización: Gerard Angulo
Makeup: Sandra Franco
Hair: Javier Díaz x Schwarzkopf Professional
Asistente de moda: Lucía Zea
Nota: Luz Lancheros