¿Cómo se toma la ashwagandha?
La ashwagandha se presenta en diferentes formatos: cápsulas, polvos, tinturas y extractos líquidos. La dosis adecuada depende de la forma de presentación y del objetivo buscado. Generalmente, se recomienda consumir entre 300 y 600 mg diarios de extracto estandarizado, dividido en dos tomas: una por la mañana y otra por la noche.
El polvo de ashwagandha puede mezclarse con bebidas como batidos, infusiones o leches vegetales. Una preparación muy popular es el moon milk, una bebida caliente con esta planta, leche de almendras y especias como canela o nuez moscada, ideal para inducir el sueño.
Es fundamental seguir siempre las indicaciones del fabricante o de un profesional de la salud, especialmente si se está tomando medicación o se padecen enfermedades crónicas. La clave está en la constancia y en su incorporación dentro de un estilo de vida saludable.

¿La ashwagandha tiene efectos secundarios?
Aunque generalmente es segura, la ashwagandha puede producir efectos secundarios en algunas personas, especialmente si se toma en dosis muy altas. Los efectos más comunes incluyen:
- Malestar estomacal
- Náuseas
- Diarrea
- Somnolencia o sedación excesiva
En casos raros, puede causar reacciones alérgicas o interferir con medicamentos específicos. Las personas con enfermedades autoinmunes como lupus, esclerosis múltiple o artritis reumatoide deben tener especial precaución, ya que la ashwagandha estimula el sistema inmunológico y podría agravar estos cuadros.
Tampoco se recomienda su uso en mujeres embarazadas o en período de lactancia, debido a la falta de estudios concluyentes sobre su seguridad en estas etapas.
¿Cuándo se recomienda tomar ashwagandha?
El momento ideal para consumirla depende del efecto que se quiera obtener. Si se busca mejorar el sueño y reducir el estrés nocturno, lo más indicado es tomarla antes de acostarse. Para quienes desean aumentar la energía y la concentración, es preferible consumirla por la mañana, preferentemente junto al desayuno. En el caso de deportistas o personas activas, puede tomarse entre 30 y 60 minutos antes de la actividad física para mejorar el rendimiento.
Lo importante es mantener un horario regular para favorecer la adaptación del cuerpo y potenciar sus efectos. La constancia es clave para experimentar sus beneficios a largo plazo.
¿Quién no debe consumir ashwagandha?
A pesar de ser un suplemento natural, no todas las personas deben consumirla. Está contraindicada para mujeres embarazadas o en período de lactancia, ya que no existen suficientes estudios sobre su seguridad durante estas etapas. Asimismo, las personas con hipertiroidismo deben evitarla, ya que puede estimular aún más la función tiroidea.
Pacientes con enfermedades autoinmunes como lupus, artritis reumatoide o esclerosis múltiple también deben consultar con un médico antes de consumirla, dado que la planta puede activar el sistema inmunológico. Además, quienes estén bajo tratamiento con sedantes, inmunosupresores o anticonvulsivos deben tener precaución, ya que la ashwagandha puede interactuar con estos medicamentos.

Ashwagandha y el bienestar integral
Esta planta no es una cura mágica, pero sí un complemento poderoso en el camino hacia un estilo de vida equilibrado. Su uso regular, acompañado de una alimentación saludable, actividad física moderada y prácticas de relajación como el yoga o la meditación, puede contribuir significativamente al bienestar físico, emocional y mental.
Cada vez más personas, desde estudiantes hasta deportistas o profesionales con alta carga laboral, la incorporan en sus rutinas para sobrellevar mejor el estrés diario y mejorar su calidad de vida. Al ser una planta con siglos de uso tradicional y respaldo científico creciente, representa una opción confiable dentro del arsenal de terapias naturales del siglo XXI.
En definitiva, esta planta es una herramienta valiosa para quienes buscan armonizar cuerpo y mente en medio de un mundo cada vez más acelerado. Como todo suplemento, su uso debe ser consciente, informado y acompañado por hábitos que fomenten un bienestar integral y sostenible en el tiempo.
Recuerda: antes de tomar ashwagandha o cualquier suplemento, consulta con un profesional de la salud, especialmente si estás embarazada, en lactancia, tienes alguna condición médica o estás bajo tratamiento. Cada cuerpo es distinto y el uso de suplementos debe adaptarse a tus necesidades con supervisión médica.