Las tendencias del 2025 logran mezclar volumen, nostalgia ochentera y colores suaves, con elegancia renovada y contemporánea.
Este 2025, en lo que se refiera a moda, es un año con carácter de sobra. Las calles se convierten en pasarelas y las tendencias no son solo estéticas, sino declaraciones. Lo retro se codea con lo futurista, lo clásico se reinventa y las texturas se animan a bailar. En el aire flota una consigna clara: si vas a vestirte, que sea con intención.
Lo que estamos viendo no es solo una lista de tendencias, sino una suerte de manifiesto visual. Cada pieza, cada color, cada corte dice algo sobre cómo queremos habitar este nuevo tiempo. Y entre las muchas claves estilísticas que comienzan a instalarse con fuerza, hay guiños a la década de los 80, reinterpretaciones modernas de la sastrería, y una paleta cromática que apuesta por lo suave, lo frío, lo emocional.
Hombreras y poder
La silueta ochentera se reinstala como símbolo de poder. Blazers con hombros marcados, cinturas bien definidas, vestidos que esculpen la figura: todo regresa con una elegancia afilada, sin renunciar a la comodidad contemporánea. Hay algo teatral en estas prendas, una vibra que dice “aquí estoy” sin levantar la voz. Quien las lleva no necesita explicación, porque su outfit ya lo dijo todo.
Y si hablamos de comodidad con estilo, las bermudas anchas se roban el protagonismo. Versátiles, relajadas, urbanas, entran en escena como esa prenda que no sabías que necesitabas hasta que la pruebas. Funcionan tanto con una camisa oversize como con un blazer entallado, y se adaptan a múltiples estilos, desde el look más pulido hasta uno relajado y sin pretensiones.
El color rosa se convierte en un protagonista silencioso pero contundente. No hablamos de un rosa naïf, sino de uno con intención, que puede ir desde el pastel más delicado hasta un fucsia contenido, casi cerebral. Es un color que se cuela en trajes, vestidos, accesorios, incluso en detalles mínimos que elevan cualquier conjunto. Se siente suave, pero poderoso.
La paleta general del año sigue esta misma línea: tonos pasteles y neutros fríos que se mezclan con naturalidad, generando combinaciones que invitan a la calma y la sofisticación. Grises, celestes apagados, beiges con matices fríos, todo pensado para crear un ambiente visual armónico, pero lejos de lo aburrido. Es una estética que abraza la introspección sin renunciar al estilo.
Volúmenes que hablan por sí solos: las tendencias del 2025
La sastrería vive un renacimiento emocionante. Se vuelve más liviana, más libre, más adaptable. Los trajes ya no están reservados solo para la oficina ni para ocasiones formales: ahora se cuelan en la vida diaria con frescura. La clave está en los cortes limpios, en los materiales que fluyen, en los detalles que transforman lo clásico en algo inesperado. La sastrería, hoy, no encorseta: empodera.
El juego de volúmenes es otro protagonista indiscutido. Mangas exageradas, faldas con cuerpo, prendas que ocupan espacio y lo celebran. Esta tendencia no busca disimular, sino resaltar. Las formas se expanden y el cuerpo se convierte en lienzo tridimensional. Es un guiño artístico, casi escultórico, que transforma la ropa en arquitectura portátil.
Los flecos aportan esa dosis de movimiento y dinamismo que rompe con la rigidez. Colocados estratégicamente, aparecen en chaquetas, vestidos, e incluso en accesorios, dándole vida a cada paso. No es el típico look de festival, sino una versión refinada, más urbana, más sofisticada. Es como si la ropa bailara antes que tú.
Y por último, los cut-outs. Las aberturas estratégicas siguen presentes, pero con una mirada más madura y elegante. No se trata de mostrar por mostrar, sino de sugerir, de dejar entrever. Un hombro al descubierto, una cintura que se insinúa, una espalda inesperada, ese es el arte de lo sensual sin caer en lo obvio.
Así se presentan las tendencias del 2025: como un lienzo donde las referencias del pasado se reinventan para hablarle al presente con estilo y audacia. Es un año que se viste con memoria, pero también con propósito. La moda se convierte en un espacio de juego, de expresión, de conexión. Y quienes la habitamos, en protagonistas de una historia que se escribe en cada outfit.
Créditos:
Director Editorial: Gerard Angulo
Fotografía: Luis Egurrola
Estilismo de moda: Jorge Malavé
Modelo: Fer Julio
MUAH: Daniela Blanquisett
