Con más de 1500 egresados, EP!C forma maquilladores con criterio, estilo propio y herramientas para emprender.
El maquillaje ha sido, desde siempre, una forma de expresión personal y una herramienta de comunicación visual con un enorme impacto cultural y emocional. Sin embargo, durante mucho tiempo, la formación en esta disciplina careció del reconocimiento estructural que sí tienen otras áreas creativas. En medio de esta realidad emergió una necesidad: crear espacios académicos que no solo enseñen técnicas, sino que valoren el arte del maquillaje como una carrera sólida, con proyección, propósito y profesionalismo.
En este escenario nació EP!C Beauty Pro, una academia especializada que, desde 2018, viene transformando el panorama de la educación en maquillaje en Colombia y, cada vez más, en Latinoamérica. Fundada en Bogotá por Aleksandra Ibañes y Ana Ferrero, esta plataforma ha reunido a artistas activos y expertos del sector para formar a nuevos talentos bajo un enfoque integral. Con una visión clara sobre lo que significa enseñar y ejercer este oficio, EP!C ha capacitado a más de 1500 maquilladores, consolidando una comunidad sólida y en constante evolución.
El lema que acompaña a esta propuesta es claro: ‘El maquillaje sí es una profesión’. Y más allá de ser una consigna, se ha convertido en el eje de todo un proyecto que busca dignificar el oficio, actualizar sus métodos pedagógicos y ofrecer herramientas reales para que los artistas puedan vivir de su talento con autonomía y autenticidad.
Formación artística, con criterio y profundidad, en EP!C Beauty Pro
Uno de los principales diferenciadores de EP!C frente a otras academias es su propuesta educativa. Aquí no se forman simplemente ejecutores, sino artistas con mirada crítica, dominio técnico y sensibilidad creativa. ‘Nuestra propuesta combina técnica, dirección creativa, mirada crítica y contexto’, explican las fundadoras en una entrevista con Marie Claire Colombia. Cada clase se convierte en un espacio donde se enseña a leer rostros, resolver situaciones reales y, sobre todo, a construir una narrativa propia desde el maquillaje.
Esta profundidad en la enseñanza responde a una necesidad latente en la industria. EP!C surgió precisamente al notar que, aunque había mucho talento, faltaban espacios que ofrecieran una formación con fundamentos, estructura y visión de largo plazo. ‘Sentimos una profunda necesidad de crear un espacio donde el arte del maquillaje fuera reconocido como lo que realmente es, una profesión con todo el peso que eso implica’, mencionan.
Con el paso de los años, los perfiles de los estudiantes también han evolucionado. Si al principio llegaban principalmente maquilladores con experiencia que querían perfeccionar su técnica, hoy la comunidad es mucho más diversa. ‘Vemos artistas que preguntan por narrativa visual, dirección creativa, posicionamiento de marca… la comunidad ha madurado y con eso también nuestras propuestas’, agregan.
Educación adaptada a los nuevos tiempos
EP!C no solo ha creado una metodología única, también ha sabido adaptarse a los cambios que trae consigo la era digital. La academia ofrece un modelo mixto que combina clases virtuales y presenciales, permitiendo al estudiante disfrutar de lo mejor de ambos mundos. ‘Lo virtual nos permite profundizar en la teoría, reforzar con recursos, y brindar flexibilidad. Lo presencial se centra en la práctica intensiva, el acompañamiento cercano y la experiencia vivencial’, explican.
De este modo, quienes estudian en EP!C acceden a contenidos actualizados, herramientas útiles y una guía cercana que no se pierde entre plataformas. La experiencia de aprendizaje es dinámica, personalizada y alineada con las exigencias del mercado contemporáneo.
En cuanto a las áreas que se abordan, la oferta académica incluye maquillaje para novias, moda, social, artístico y audiovisual. Cada una de estas especialidades es impartida por artistas activos, con experiencia real en el medio, que además de su talento técnico, tienen la capacidad de comunicar, inspirar y acompañar con generosidad. ‘Buscamos formadores que tengan una mirada ética y humana. Que respeten la diversidad de estilos y ayuden al estudiante a encontrar su propia voz’, sentencian.
Un espacio donde la técnica y la creatividad conviven
En EP!C, la técnica no es un fin, sino el punto de partida para crear con libertad. En el aula, se trabaja desde estructuras claras, pero también con ejercicios que fomentan la experimentación y el pensamiento conceptual. ‘Queremos que el estudiante no solo sepa cómo hacer algo, sino también por qué y para qué’, señalan.
Esta visión integral permite que cada persona en formación descubra su estilo propio, sin caer en moldes ni repetir fórmulas. ‘Fomentamos el estilo propio desde la observación, la experimentación y la libertad. Honramos la autenticidad como un valor esencial en la formación’. La idea es formar artistas completos, con criterio, técnica, creatividad y sobre todo, con una voz que los distinga.
En este sentido, EP!C no cree en una enseñanza homogénea. Cada proceso es individual y respetado, cada recorrido creativo tiene valor. La academia se convierte en un espacio donde las ideas se escuchan, se afinan y se convierten en propuestas estéticas potentes y coherentes.
Emprendimiento y profesionalización del oficio
Además del trabajo técnico y artístico, EP!C ha incorporado un componente clave en su modelo: el emprendimiento. Desde los primeros módulos, los estudiantes reciben formación sobre cómo construir su marca personal, cotizar sus servicios, generar contenido, adaptarse a diferentes públicos y posicionarse en el mercado.
‘Queremos que nuestros egresados no solo sean buenos maquilladores, sino que tengan herramientas reales para convertir su talento en un proyecto de vida sostenible’. La meta es clara: que el maquillaje no solo sea una pasión, sino también un camino viable, rentable y duradero.
A esto se suma un compromiso activo con la transformación de los estigmas que aún rodean la profesión. ‘Todavía enfrentamos ideas como que maquillar no es un trabajo serio o que cualquiera lo puede hacer. Desde EP!C desafiamos esos estigmas con formación de calidad y con artistas que viven de su oficio’, recalcan. La educación, en este contexto, es una herramienta de validación, de posicionamiento y de apertura de oportunidades.
EP!C Beauty Pro: un futuro con visión latinoamericana
EP!C no es solo una academia, es una comunidad en expansión. Sus egresados hoy trabajan en distintas ciudades del país y del continente, muchos de ellos emprendiendo, enseñando o formando parte de producciones relevantes en moda, televisión o publicidad. Y esto es solo el comienzo.
‘Soñamos con que EP!C sea un referente latinoamericano de formación artística en maquillaje. Nos encantaría verla crecer en otros países, conectar con más artistas, crear colaboraciones internacionales y seguir siendo un espacio donde quienes aman este oficio encuentren herramientas, inspiración y comunidad’, expresan.
Con una promesa de valor clara, una metodología coherente y una visión profundamente humana, EP!C está cambiando las reglas del juego en la educación en maquillaje. Su mensaje no es solo contundente, también es necesario: sí, el maquillaje es una profesión. Y merece ser enseñado, vivido y celebrado como tal.
