De mirada profunda, talento desbordante y una carrera tan diversa como internacional, Benjamín Vicuña es uno de los actores más reconocidos del mundo hispanohablante. Su historia no solo habla de luces, cámaras y escenarios, sino también de compromiso, cultura y sensibilidad social.
Desde su debut en Chile hasta su consolidación en Argentina y su salto a España, este chileno ha sabido conquistar la escena con una elegancia que trasciende fronteras.
¿Quién es Benjamín Vicuña?
Nacido el 29 de noviembre de 1978 en Santiago de Chile, Benjamín Vicuña Luco es más que un galán de telenovela. Actor, empresario, filántropo y figura pública, ha construido una carrera que equilibra la actuación con un fuerte compromiso cultural y social. Hijo de Juan Pablo Vicuña Parot e Isabel Luco Morandé, es el menor de cuatro hermanos, y desde joven mostró una inclinación clara hacia el arte dramático, alimentada por su entorno familiar y una temprana fascinación por el teatro.
¿Cómo fueron sus inicios?
Estudió en los Sagrados Corazones de Manquehue, en Las Condes, y ahí participó en talleres de teatro junto a su hermano. Fue precisamente viendo la icónica obra La Negra Ester cuando tuvo su primera revelación teatral. Tiempo después, ingresó a la carrera de actuación en la Universidad de Chile, donde conoció a quienes serían sus compañeros en la compañía El Hijo.
Su primer papel en cine fue en LSD (Lucha Social Digital), pero su rostro comenzó a resonar en la televisión chilena con Vivir al Día y Piel Canela. Aunque esta última no fue un éxito en audiencia, le abrió la puerta al área dramática de TVN, donde destacaría con roles en Purasangre y Pecadores.
¿Cuál fue el papel que lo lanzó al estrellato?
El personaje de Franco Schiafino en Destinos Cruzados (2004) marcó un antes y un después. Su interpretación de un gigoló, en escenas cargadas de sensualidad junto a la legendaria Gloria Münchmeyer, lo posicionó como uno de los actores más deseados del momento. Ese mismo año, participó en la exitosa obra Splendid’s, junto a figuras como Diego Muñoz, Gonzalo Valenzuela y Álvaro Espinoza.
¿Dónde ha trabajado fuera de Chile?
Argentina se convirtió en su segunda casa artística. En 2008, protagonizó la novela Don Juan y su Bella Dama en Telefe, y participó en La Liga como notero, mostrando otra faceta profesional. En España, fue parte de Los Hombres de Paco, donde su personaje Decker dejó huella entre los seguidores de la serie.
También tuvo un rol protagónico en Prófugos, la primera serie chilena transmitida por HBO, consolidando su presencia en proyectos internacionales de alto calibre.
¿Qué películas ha hecho?
- LSD
- Paraíso B
- XS – La Peor Talla
- Promedio rojo
- Mujeres infieles
- El roto: Perjudícame cariño
- Las hormigas asesinas
- No me toques
- Juego de verano
- Se arrienda
- Fuga
- Fuera de carta
- Muñeca
- Grado 3
- Super, todo Chile adentro
- Dawson. Isla 10
- Drama
¿Qué ha hecho por la cultura?
En 2005, fundó junto a Gonzalo Valenzuela el Centro Cultural Mori, que ha crecido hasta convertirse en uno de los polos escénicos más relevantes de Chile. Han inaugurado varias salas teatrales y apostado por obras contemporáneas y accesibles. Para Vicuña, el arte no es solo entretenimiento: es una forma de transformar y educar.
¿Qué premios ha ganado?
Benjamín ha recibido numerosos reconocimientos, tanto en Chile como en el extranjero:
- APES (Chile): Mejor Actor de Televisión (2003), Mejor Actor de Teatro (2002), y Mejor Actuación Complementaria por Huaiquimán y Tolosa (2006).
- TV Grama: Mejor Actor (2002, 2004, 2005 y 2006).
- Festival de Cine de Málaga: Biznaga de Plata al Mejor Actor por Fuga (2007).
- Festival de Cine Latinoamericano de Trieste (Italia): Mejor Actor por Fuga (2006).
- Festival de Cine de Londres: Mejor Actor por Fuga (2006).
- ACE Awards (Nueva York): Mejor Actor de Reparto por Fuera de Carta (2009).
- Reconocimiento de Pro-Chile y la Embajada de Chile en Argentina (2009) por su aporte cultural.
Benjamín Vicuña no ha tenido una carrera lineal. Lo suyo es la búsqueda: de emociones, de historias, de públicos. Con un talento que no se limita a un país ni a un formato, ha logrado construir un camino propio. Actor de raza, empresario cultural y embajador de causas nobles, representa una generación de artistas que no se conforma con actuar, sino que quiere dejar huella.
En su trayectoria hay pasión, compromiso y una convicción clara: que el arte tiene poder. Y él, sin duda, ha sabido usarlo con elegancia.
