Bodega 17 ofrece una experiencia sensorial y estética que conecta el pasado con el futuro. Cada rincón cuenta una historia y abre la puerta a infinitas posibilidades creativas.
En una ciudad que late con fuerza cultural y busca nuevas formas de expresión, hay un lugar que no solo resiste al paso del tiempo, sino que lo transforma en arte. Bodega 17 es mucho más que una locación para eventos o producciones. Es una cápsula de historia convertida en escenario para la imaginación, un sitio donde la música, el cine, el teatro y la moda dialogan con paredes cargadas de memoria industrial.
Este espacio, que alguna vez fue una fábrica de la compañía SIGRA, ha sido meticulosamente adaptado para recibir todo tipo de propuestas creativas. Su arquitectura conserva elementos originales como tanques antiguos, puertas que parecen salidas de una película, colores heredados del tiempo y estructuras que hoy enmarcan nuevas narrativas. La autenticidad de Bodega 17 radica, precisamente, en esa mezcla entre pasado y presente, entre lo crudo y lo poético.

Una fábrica de grasas y panadería reconvertida en centro artístico
Todo comenzó en 2016, cuando Fabio Montenegro y su equipo filmaron un videoclip en 360 grados con la banda colombiana Numasbala. Ese experimento audiovisual, realizado dentro de las paredes todavía rústicas del espacio, sembró la semilla de lo que hoy es Bodega 17, un lugar abierto a todas las expresiones artísticas.
Desde entonces, la locación ha sido testigo de producciones cinematográficas, campañas publicitarias, novelas, videoclips, shootings de moda, instalaciones de arte y performances de danza, por mencionar solo algunos. Pero Bodega 17 no se limita a las artes visuales. También ha acogido matrimonios, lanzamientos de marca, talleres, conciertos y encuentros sociales con un enfoque innovador.
Su versatilidad es parte de su esencia, los espacios se adaptan a las necesidades de cada proyecto, manteniendo siempre una atmósfera alternativa y envolvente. Como afirma Montenegro, cada rincón puede convertirse en algo distinto con la ayuda de luces, arte escénico, proyecciones o simplemente el silencio.
La experiencia Bodega 17: cuando el arte genera comunidad
En un contexto donde la conexión humana se ha vuelto aún más valiosa, Bodega 17 se posiciona como un punto de encuentro creativo. ‘Entendemos que en este nuevo mundo digital es muy importante crear espacios para el encuentro, con uno mismo y con los demás’, comenta Montenegro. Para él y su equipo, el arte no solo entretiene, también provoca conversaciones, despierta ideas y genera empatía.
Es esa filosofía la que impulsa su estrategia, mantenerse fieles a la creencia de que la imaginación y las artes pueden transformar el mundo. En lugar de seguir fórmulas convencionales, en Bodega 17 se apuesta por la espontaneidad y el juego. Las herramientas tecnológicas, nuevas o antiguas, se integran con naturalidad, siempre al servicio de una experiencia más rica, humana y sensorial.
Producciones, eventos y arte en constante evolución
A lo largo de los años, la demanda de espacios como Bodega 17 ha crecido, impulsada por la necesidad de locaciones auténticas para producciones audiovisuales y eventos que busquen algo diferente. Con su carácter industrial chic y su capacidad para convertirse en lo que cada creador necesita, el lugar se ha consolidado como una joya en el panorama bogotano.
Además, el equipo está desarrollando una nueva faceta, la producción de sus propios eventos. Aunque aún no se han revelado todos los detalles, Montenegro invita a quienes siguen el proyecto a estar atentos. ‘Les pedimos que estén pendientes para venir y sorprenderse’, dice. Todo indica que muy pronto el público podrá disfrutar de experiencias creadas directamente por Bodega 17, con el sello creativo que los caracteriza.

Un espacio que se transforma sin perder su alma
En un mundo saturado de locaciones genéricas, Bodega 17 se destaca por conservar su alma. No se trata solo de ladrillos y estructuras, sino de una historia palpable en cada rincón. La antigua fábrica de grasas y panadería se ha convertido en un lugar donde cada producción, cada evento y cada obra artística suma una nueva capa de significado. ‘Nuestra autenticidad se encuentra en cuidar la historia del lugar y saber qué mostrar y qué agregar dependiendo el momento’, afirma Montenegro.
Con una mirada que abraza el pasado sin miedo al cambio, Bodega 17 continúa reinventándose sin perder su esencia. Y en esa constante transformación, ofrece a Bogotá y al país un refugio creativo, un espacio que celebra el poder de la imaginación, la comunidad y el arte en todas sus formas.