Caldo de huesos: cómo prepararlo y cuáles son sus beneficios
El caldo de huesos nos permite recuperar aquellos elementos vitales que, con el pasar del tiempo, vamos perdiendo.
Hablar de salud física y estética es imposible sin mencionar, dentro de la conversación, la palabra colágeno. Su presencia en diferentes alimentos y productos procesados es recurrente, esto teniendo en cuenta lo necesaria que es aquella sustancia en nuestro cuerpo. Al ser la que nos aporta fuerza y elasticidad, se convierte en una esencial que deberíamos tener en nuestra dieta a diario. Una receta rica en ese elemento es la del clásico y ancestral caldo de huesos.
¿Qué es el caldo de hueso y para qué sirve?
Tal y como su nombre lo dice, se trata de una sopa cuyo principal ingrediente son los huesos de diferentes animales. Aunque la carne en sí misma es uno de los productos alimenticios con más proteína en su interior, los huesos, en lugar de desecharse, pueden ser utilizados para aumentar los niveles de aquellas cosas que nuestro cuerpo necesita para su correcto funcionamiento.
Es un caldo, dicen especialistas en el tema, con abundantes cantidades de colágeno, minerales y aminoácidos, es decir, es una excelente fuente para conseguir lo que nuestro cuerpo va perdiendo o dejando de crear, sea por el envejecimiento natural, o por desequilibrios alimenticios.
¿Qué contiene el caldo de hueso?
Aunque la sazón dependerá de gustos personales, hay una base clásica que se debe seguir en su preparación para cocinarla correctamente. Primero, deberás escoger los huesos del animal de tu preferencia. Aunque puedes usar el que quieras, los de res y cerdo, recalcan expertos, tienen mayor cantidad de beneficios al estar mucho más concentrados en beneficios. Sin embargo, no descartes el pollo si deseas que ese sea tu ingrediente principal.
En una olla tendrás que poner los huesos para comenzar a cocinarlos. Tips de expertos recomiendan ponerlos en agua con un poco de vinagre de manzana, esto con el fin de potenciar sus atributos. Deja reposar, alrededor de 20 minutos o media hora, para poner a hervir la carne con las verduras que desees. Por darte algunas ideas, puedes cocinar el caldo con zanahoria, arvejas, cebolla, apio, ajo, perejil y cilantro. Agrega o quita ingredientes, según tus preferencias gastronómicas.
Posterior a ello, cuando notes que la sopa ya se encuentra lista, deja enfriar. Luego, saca los huesos y las verduras del recipiente, y envasa el caldo en frasco que, después, pondrás en la nevera. Se recomienda dejar la sopa en el refrigerador durante mínimo tres o cinco días, pues esto hará que se separe la grasa del líquido que consumirás. Quita la grasa, deséchala, calienta la sopa y sirve.
¿Qué beneficios tiene el caldo de huesos?
Al ser tan rico en colágeno, nos ayudará a conservar la salud de nuestras uñas, piel y cabello. A largo plazo, hace que nuestras uñas no estén quebradizas, y que nuestro cabello no se caiga con facilidad. Favorece la elasticidad de la piel, por lo que nos permite combatir la aparición temprana de líneas de expresión.
A su vez, el consumo de caldo de hueso fortalecerá nuestras articulaciones, y le aportará puntos positivos a la salud de nuestros huesos y músculos. Así mismo, se le atribuye a esta receta la mejoría de nuestra digestión y de nuestro sistema inmunológico.
¿Quién no puede tomar caldo de huesos?
No se recomienda el consumo de esta preparación culinaria a personas con problemas de colesterol, hipertensión, sensibilidad a la histamina, alergias a los ingredientes básicos de la sopa, menores de edad, o personas que padezcan de gota. Es de recordar que siempre será necesario consultar, antes de tomar cualquier decisión, con un médico de confianza.