Una comunidad tranquila, una serie de desapariciones sin respuesta y un sistema que durante años eligió mirar hacia otro lado. Chicas desaparecidas: El asesino en serie de Long Island, el nuevo documental de Netflix, revive uno de los casos criminales más escalofriantes de las últimas décadas.
A través de material de archivo, testimonios inéditos y una narrativa que da voz a las víctimas y sus familias, la serie reconstruye la larga e inquietante búsqueda de justicia que comenzó con una joven desaparecida y terminó destapando el rastro de un asesino serial que durante años logró eludir a las autoridades.
Esta es la historia real que inspiró el documental y que sigue dejando preguntas abiertas, heridas sin cerrar y una comunidad marcada por la tragedia.
¿Quién es el asesino en serie de Long Island?
El nombre que hoy sacude los titulares y despierta escalofríos es Rex Heuermann. Padre, arquitecto, vecino común y corriente del suburbio neoyorquino. Fue arrestado en 2023, a los 59 años, después de que una investigación renovada, apoyada por tecnologías de ADN y análisis de registros telefónicos, lo vinculara directamente con cuatro de las víctimas, conocidas como The Gilgo Four.
Lo que horroriza no es solo su aparente doble vida, sino la facilidad con la que pasó desapercibido durante más de una década. En la superficie, era un hombre común; en las sombras, un depredador que cazaba mujeres vulnerables en un sistema que prefirió mirar hacia otro lado.

¿Cuántas chicas desaparecieron en Long Island?
La cifra exacta sigue siendo difusa. Entre 2010 y 2011, se encontraron al menos 11 cuerpos a lo largo de Gilgo Beach. La mayoría pertenecían a mujeres jóvenes, trabajadoras sexuales, muchas de ellas contactadas a través de anuncios en sitios web.
Los patrones eran escalofriantes, pero por años, la policía y los medios desestimaron la posibilidad de un asesino serial. No fue hasta que las familias comenzaron a hacer ruido que el caso ganó tracción.
¿Qué pistas llevaron a la captura del asesino?
Todo comenzó con una madre. Mari Gilbert, al buscar desesperadamente a su hija Shannan, descubrió un mapa siniestro que las autoridades no supieron leer a tiempo.
Años después, en 2022, un nuevo equipo de investigadores comenzó a reconstruir el rompecabezas. El punto de inflexión fue una muestra de ADN hallada en un cabello en uno de los cuerpos. Cruzando esa evidencia con registros de teléfonos desechables usados para contactar a las víctimas, todas las señales apuntaron a Rex Heuermann.
Su coche, un Chevrolet Avalanche, también coincidía con testimonios de testigos. Y la historia que tanto tiempo había estado enterrada, empezó finalmente a salir a la luz.
¿Qué relación tiene la historia con la serie de Netflix?
Chicas desaparecidas: El asesino en serie de Long Island no es solo un documental, es una denuncia. Filmado con crudeza, respeto y una sensibilidad latente, explora el caso desde la perspectiva más necesaria: la de las víctimas y sus familias.
La producción no romantiza el horror ni glamuriza al asesino. Al contrario, pone el foco en la ausencia, en la injusticia, en la negligencia sistemática. Esta no es una historia sobre un monstruo, sino sobre el valor de las voces ignoradas y el amor incansable de quienes se niegan a olvidar.
¿Qué pasó con las familias de las víctimas?
Las verdaderas protagonistas de este documental son ellas: las madres, hermanas, hijas y amigas que, durante años, exigieron justicia cuando nadie más lo hacía.
El caso de Shannan Gilbert es especialmente simbólico. Su desaparición, inicialmente ignorada, fue la que desencadenó la revelación de todo un patrón de violencia. Mari Gilbert, su madre, se transformó en un emblema de la lucha contra el olvido, enfrentándose a un sistema indiferente y demostrando que el amor materno puede ser más perspicaz que cualquier investigación policial.

¿El caso de Long Island ya fue resuelto?
No del todo. Aunque Rex Heuermann fue arrestado y acusado de varios asesinatos, aún hay muchos crímenes sin resolver y otras víctimas no confirmadas. El caso sigue abierto, y cada paso en el juicio podría abrir nuevas heridas o cerrarlas.
Heuermann se declaró inocente. Pero el eco de las voces de las víctimas y de sus familias sigue retumbando, pidiendo que la historia se termine de contar, esta vez, con justicia.
¿Cómo afectó este caso a la comunidad local?
Long Island ya no es solo sinónimo de playas doradas y vida suburbana idílica. Este caso la marcó profundamente. La confianza en las instituciones se resquebrajó, y emergieron conversaciones necesarias sobre misoginia, negligencia policial y la forma en que se trata a las trabajadoras sexuales.
En un mundo donde ciertas vidas parecen tener más valor que otras, este documental nos obliga a mirar más allá de los titulares, a preguntarnos qué historias no se están contando, y por qué.