Empezar a correr desde cero puede parecer tan intimidante como inspirador. Es una actividad que promete energía, claridad mental y bienestar físico, pero también exige paciencia, constancia y una dosis de amor propio. Si estás considerando amarrarte las agujetas por primera vez, aquí te contamos cómo hacerlo de manera amable, efectiva y sin morir en el intento.
¿Cómo empezar a correr desde cero sin experiencia?
La clave está en la progresión. No necesitas lanzarte a correr cinco kilómetros de golpe. Empieza caminando. Sí, caminando. Alterna caminatas con trotes cortos: por ejemplo, un minuto de trote seguido de dos o tres minutos de caminata, durante 20 a 30 minutos. Este método, conocido como run-walk-run, es la forma más segura y eficiente de acondicionar el cuerpo sin exigirle más de lo necesario. Con el tiempo, el trote comenzará a dominar el recorrido.
¿Qué necesito para empezar a correr como principiante?
Menos de lo que crees. Un buen par de zapatillas (más adelante te contamos cómo elegirlas), ropa cómoda y ligera, y muchas ganas. También es importante contar con un espacio seguro: un parque, una pista o una calle tranquila con aceras limpias y bien iluminadas. Ah, y un reloj o una app para controlar tus intervalos de caminata y trote puede ser un gran aliado.
¿Cuántos días a la semana debo correr al empezar?
Dos o tres veces por semana es más que suficiente. Este ritmo permite que tu cuerpo se adapte sin saturarlo. Entre cada sesión, dale tiempo para recuperarse. Descansar no es rendirse, es parte del entrenamiento. Escucha tu cuerpo: si un día te sientes agotada o adolorida, puedes optar por una caminata ligera o incluso un día completo de descanso.
¿Cómo evitar lesiones al empezar a correr?
Hay una regla de oro: calienta antes y estira después. Un calentamiento dinámico de 5 a 10 minutos activa el cuerpo —zancadas, rotaciones de cadera, elevaciones de rodillas— y prepara los músculos para moverse. Después de correr, estira suavemente piernas, caderas y espalda para liberar tensión. Además, aumenta la intensidad progresivamente y nunca ignores una molestia o dolor agudo. El cuerpo habla; tu trabajo es aprender a escucharlo.
¿Qué tipo de calzado es mejor para correr desde cero?
Invierte en unas buenas zapatillas para correr. No son solo un capricho estético: te protegen de impactos, estabilizan tus pasos y evitan lesiones. Busca un modelo con buena amortiguación, que se adapte a la forma de tu pie y a tu tipo de pisada. Lo ideal es probar varios pares y, si es posible, pedir orientación en una tienda especializada.
¿Es bueno seguir un plan para empezar a correr?
Seguir un plan para empezar a correr es una excelente decisión, especialmente si eres principiante. Un programa estructurado te ofrece una guía clara que te ayuda a avanzar de forma gradual y segura, evitando la tentación de exigirle demasiado a tu cuerpo desde el principio.
Además, contar con un plan te mantiene motivada, te permite medir tus progresos y te ayuda a crear una rutina constante. Ya sea que elijas uno en línea, en una app o adaptado a tus necesidades personales, un plan bien diseñado es la mejor manera de transformar ese primer impulso en un hábito sólido y duradero.
¿Qué errores evitar al comenzar a correr?
- Correr demasiado pronto: la euforia del inicio puede hacerte querer hacerlo todo el primer día. Error.
- No calentar ni estirar: saltarse estos pasos puede pasarte factura en forma de molestias o lesiones.
- Ignorar el dolor: el cansancio es normal, el dolor no.
- Elegir mal el calzado: unas zapatillas inadecuadas pueden hacerte odiar lo que podrías amar.
- Compararte con los demás: cada cuerpo tiene su ritmo. El progreso real es personal.
Correr desde cero no se trata de velocidad ni de kilómetros. Se trata de avanzar, paso a paso, al ritmo de tu cuerpo y tu mente. A veces con energía, otras veces con dudas, pero siempre con la intención de volver a salir. Porque correr, al final, no es solo una actividad física: es una forma de escucharte, de soltar el estrés y de reconectar contigo misma.