Redefiniendo la belleza y el amor propio, una conversación con la Dra. Tatiana Luna Pisciotti
Tuvimos el honor de conversar con la Dra. Tatiana Luna Pisciotti, una destacada cirujana plástica cuyo enfoque en la cirugía estética y reconstructiva no solo transforma cuerpos, sino también almas. Su historia personal y profesional revela una profunda conexión entre la medicina, el arte y el amor propio.
El inicio de una pasión
Tatiana Luna Pisciotti es mucho más que una cirujana plástica destacada: es una mujer forjada por experiencias personales profundas y una pasión innata por el arte y la ciencia. En esta entrevista, Tatiana nos revela un lado humano, sensible y lleno de empatía. ‘Crecí en una familia muy unida porque mi papá tuvo cáncer cuando yo era pequeña. La fortaleza de mi papá, la dedicación de mi mamá y la madurez de mi hermana me hicieron la persona que soy hoy’, comparte. La Dra. Luna se describe como creativa, detallista y perfeccionista, cualidades que se reflejan en su práctica médica. ‘Soy médico, cirujana plástica, y en mi práctica intento mantener esa esencia personal: entregar todo mi amor a mis pacientes, aprender constantemente y estar en movimiento’, explica.
Transformación integral
La relación entre la cirugía plástica y el amor propio es fundamental para la Dra. Luna. ‘Cuando un paciente decide someterse a una cirugía plástica por las razones correctas, el resultado es diferente porque sale lleno de seguridad’, afirma. Para ella, la cirugía plástica es una herramienta poderosa que fortalece el amor propio y la confianza de sus pacientes. La Dra. Luna cree firmemente en la importancia de la transformación emocional y física. ‘Desde la primera consulta, me tomo el tiempo para escuchar a mis pacientes y entender sus motivaciones. Acompañar a los pacientes durante todo el proceso, incluido el postoperatorio, es crucial para su bienestar emocional’. Este acompañamiento ayuda a los pacientes a atravesar las etapas emocionales del proceso y a fortalecer la relación con su cuerpo.
Esperanza y vocación
Tatiana dedica una parte significativa de su práctica a la cirugía reconstructiva, especialmente en casos de cáncer y trauma. Uno de los momentos más impactantes de su carrera fue su residencia en el Instituto Nacional de Cancerología. ‘Brindar esperanza y amor a pacientes con cáncer fue una experiencia muy valiosa, debido a la historia de cáncer de mi padre’. Este momento consolidó su compromiso con la cirugía reconstructiva y su deseo de hacer una diferencia relevante en la vida de sus pacientes.
Conectando con pacientes de todo el mundo
El turismo médico ha crecido significativamente. ‘Un 80% de mi práctica es turismo médico. Operamos alrededor de 10 u 11 pacientes semanales, principalmente internacionales. Es gratificante ver que, a pesar de las diferencias de idioma, los procesos y las expectativas son similares. Tenemos mucho que ofrecer en Colombia y estamos logrando que el mundo nos vea’, comenta orgullosa. A través de las redes sociales, ha ganado visibilidad global, permitiéndole mostrar su trabajo y filosofía de manera auténtica. ‘Las redes nos permiten mostrarnos cómo somos y transmitir mensajes positivos’. Sin embargo, subraya la responsabilidad que conlleva este medio y la necesidad de mantener la profesionalidad y la ética en la práctica médica.
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Texto: Nancy Estrada.