Drea Dury: la reina del ‘Criollan Elegance’ estrena Palmera Nights
Palmera Nights, el nuevo trabajo discográfico de Drea Dury, es un reflejo de su evolución artística y personal. Un homenaje a sus raíces y a sus aspiraciones.
‘Que mi gente me comprenda y que se escuche esta canción’, rapeaba Andrea María Rosa Dury Ospina en el escenario de La Voz Francia, en el 2018, al interpretar su propia versión de Rude Boy de Rihanna. Colombiana, se notaba. Caleña, su acento la delatada.
Hoy, 27 de septiembre, Drea Dury, nombre artístico que la acompaña, lanzó su nuevo disco, Palmera Nigths, a través del cual sigue demostrando el porqué es una artista versátil, arriesgada y poderosa. En una charla con Marie Claire Colombia, la creadora de Ojitos verdecitos nos compartió lo que hay detrás de su nueva entrega musical.
Cali es Cali, lo demás…
La marimba se escucha clara y fuerte en el primer track de su álbum, algo que habla con evidencias de las razones por las cuales ella misma denomina a su proyecto como ‘Criollan elegance’. Su propuesta es un mix entre lo clásico de su tierra (lo criollo), y lo contemporáneo, que se oye en sus tonalidades de afrobeat y reguetón.
‘Es un mix. Cali es la ciudad en donde crecí, en donde pase la mayoría de mi vida. Mi papá (el director de orquesta Paul Dury) fue jurado del Petronio Álvarez, y yo siempre iba, vivía esa experiencia. Tuve la suerte de poder estar en diferentes zonas y mundos de Cali, entonces, obviamente, la Intro es una presentación, es como decir: esa soy yo. Esa marimba que escuchas tú, es un sample de Kike Riascos, el rey de la marimba’, mencionó.
Drea es muy visual, no por nada, estudió un Máster en Diseño Industrial e Historia del Arte en Bruselas, Bélgica. Para ella ha sido importante mostrar la belleza de lo popular, de lo cotidiano, de lo criollo. Los visuales de sus videoclips siempre los ha querido hacer en Cali, aunque para muchos este sea el escenario menos apropiado.
‘Recibí comentarios de: ¿usted por qué quiere mostrar eso tan feo? ¿Por qué se pone ahí, si puede ponerse en un lugar más bonito? Usted tiene las maneras. Yo digo que eso hace parte de mi concepto. Yo he estado afuera (Europa) y es estando fuera que uno ve que esa es nuestra identidad, es lo que somos nosotros. En Cali muchos artistas estamos haciendo lo mismo, y es cool que lo popularicemos. Eso es criollan elegance, bebé, eso digo yo’, destaca.
The Voice: es descubrimiento de una pasión y la aceptación del no
Aunque Drea tuvo un exitoso paso por The Voice, en Francia, ya lo había intentado antes en el mismo concurso de talentos, pero en la edición de Bélgica. En aquel momento, la caleña no logró avanzar, sin embargo, aunque fue un no por parte de los creadores del programa, fue un sí rotundo en su camino para continuar
La oportunidad de volver a presentarse llegó, y fue así que su paso por la capital francesa, además de significarle un contrato, la enfrentó a la realidad de que la música podría ser, más allá de algo que disfrutaba hacer, un proyecto de vida.
‘Estaba buscando oportunidades y decidí hacer eso en un momento en el que acababa de llegar a Europa. Había que aprovechar todas las oportunidades. Todo pasa por algo, y esa experiencia hizo que yo quisiera, en serio, hacer música de verdad. Fue lo que me afirmó que eso era lo que me gustaba’, señaló.
Tenía 19 años cuando se presentó en The Voice de Bélgica. Estaba sola, y los nervios la superaron, algo que hizo que no lograra entrar. ‘No estaban mis papás. Yo decía: bueno, bueno, voy a hacer esto. Hoy en día, que eso es lo cool ahora que estamos en Palmera Nights, miro para atrás y dijo: palmadita en la espalda. Papi, yo soy una guapa porque hice todas esas cosas yo sola. Es chévere también verlo en el trayecto que he tenido, sí’, recalcó.
Palmera Nights: la noche eterna
Drea quería, con su más reciente lanzamiento, que quienes lo escucharan se sintieran en medio de la noche. Su inspiración para ello fue un cuadro de 1872 llamado Twilight in the Tropics, creado por Frederic Edwin Church. En la Intro de su disco, Andrea quería meterse en esa pintura, y hacer que sus seguidores sintieran que estarían a punto de hacer lo mismo.
El objetivo se cumplió al pie de la letra, y cada una de las canciones del disco, que son 13, envuelven a quien las escucha en ese escenario que ella tenía en mente. Palmera Nights, además, es la convergencia perfecta de la evolución musical de la caleña, que no solo se nota en aspectos evidentes como la calidad de la producción, dice ella, sino también en lo que ella decidió plasmar. Sus letras hablan de su camino, y de todo eso que la ha traído hasta aquí.
‘Ha sido una evolución personal. Ha sido también la manera en la que escribo los temas de los que hablo, la finesa con la que me quiero expresar. En serio quiero transmitir, de la mejor manera posible, cómo me estoy sintiendo y cómo se sienten esos sentimientos en mí, y como yo los interpreto. Evolucionar es chévere‘, señala.