El legado de Virginie Viard, tras casi treinta años en Chanel

La diseñadora Virginie Viard, mano derecha de Karl Lagerfeld por muchos años y directora creativa de la firma, abandona la maison francesa. La noticia se dio a conocer por medio de un comunicado en Vogue Business: “Chanel confirma la marcha de Virginie Viard tras una rica colaboración de cinco años como directora artística de las colecciones de moda, durante los cuales ha sido capaz de renovar los códigos de la casa, respetando el patrimonio creativo de Chanel, y casi 30 años dentro de la casa”.

El comunicado tomó al mundo de la moda por sorpresa, al quedar vacante el que es considerado por muchos ‘‘el trabajo más deseado de la industria’’.

Con la partida del Kaiser en febrero de 2019, su relevo llegó casi al instante, la elegida fue su mano derecha durante sus últimos 25 años. Las expectativas eran altas, pues llenar los zapatos de una de las leyendas más importantes del mundo de la moda no es fácil, máxime cuando el alemán había fusionado su propia imagen a la de la marca, a tal punto que era imposible pensar en Chanel sin pensar en Lagerfeld.

Virginie llegó a la firma como ayudante del equipo de bordados, con el paso del tiempo se apropió del savoir faire, el ADN, los códigos, el lenguaje y los procesos de la casa de modas. Inclusive era de las pocas que podía hacerle frente a Karl en cuestiones creativas, pues se había ganado a pulso su respeto y admiración, “la persona más importante, no solo para mí, también para el atelier. Ella es mi brazo derecho, e incluso, si no está conmigo, hablamos todo el tiempo” comentó el couturier en alguna oportunidad.

Su principal aporte como directora creativa consistió en traer un aire de frescura e irreverencia a una firma que algunos venían percibiendo como rígida y monótona, pero esto mismo fue lo que le valió críticas desde el principio. El cambio fue brusco para algunos, que desde su debut lanzaron comentarios negativos a diestra y siniestra, llegando incluso a decir que sus creaciones lucían más como prendas de fast fashion, que como artículos propios de una firma de lujo.

Viard mantuvo las líneas rectas y conservó algo del look minimalista, característico de Coco Chanel, aunque no de la manera en la que la mayoría esperaba.

La diseñadora intuyó las nuevas tendencias: fusionó la comodidad casual con la elegancia parisina, le dio un aire desenfadado al tweed y trabajó con una paleta de colores más amplia que su predecesor, sin restar protagonismo al típico blanco y negro, dio un lugar importante a los accesorios y a las apuestas más juveniles en las que incluyó capuchas, tops, sudaderas y versiones renovadas de los clásicos, en un proceso que es natural para cualquier institución que experimenta un cambio en su visión creativa.

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Otro de sus logros fue atraer nuevos clientes, un público que se ve más identificado con la personalidad y el bajo perfil de la francesa. Pues para nadie es secreto que Karl Lagerfeld era un hombre de odios y amores, al que muchos amaban, pero que otros tantos evitaban, por sus opiniones y comentarios, que en algunos casos resultaban bastante polémicos.