Kim Kardashian lanzó un poderoso mensaje a través de su collar, una pieza que tiene un costo aproximado de 1.5 millones de dólares.
Como icónico se ha calificado el comportamiento de la multimillonaria celebridad Kim Kardashian durante esta semana. El pasado 13 de mayo, la exitosa empresaria estuvo testificando en un tribunal de París, en Francia, respecto al violento acto del que fue víctima en un cuarto de hotel de esa ciudad en, 2016. Hasta el sitio, la estadounidense llegó luciendo un set de costosa joyería. Aunque pareciera un acto de poca relevancia, teniendo en cuenta que al lujo ella está acostumbrada, para sus fanáticos se trata del envío de un importante mensaje por parte de la estrella de la televisión norteamericana.
¿Qué le pasó a Kim Kardashian?
El 3 de octubre de 2016, Kim fue víctima de un violento robo. De acuerdo con lo que se conoció en su momento, la creadora de contenido se encontraba descansando en su hotel, tras su presencia en el desfile de Givenchy, durante la Semana de la Moda que se desarrolla en la capital francesa, cuando hombres armados entraron a su habitación. Allí, Kim fue amenazada y amordazada, mientras le eran robadas sus joyas. Lo hurtado alcanzaba un valor de 10 millones de dólares.
Embed from Getty ImagesEn el asalto, los atacantes de Kim se llevaron varias propiedades de valor, entre ellas, el anillo de compromiso que le había dado su entonces esposo, el cantante Kanye West. Aquel ejemplar tenía un costo aproximado de cuatro millones de dólares. Kim salió ilesa de la situación, sin embargo, con un trauma que, a día de hoy, la sigue.
La versión de Kim
Durante su presencia en el antiguo Palacio de Justicia de París, cerca de la catedral de Notre-Dame, el pasado 13 de mayo, Kim dio su versión de los hechos. Reveló que se sintió aterrorizada, y que, durante el robo, pensó que algo mucho peor estaba a punto de sucederle. ‘No sabía qué estaba pasando. Había muchos ataques terroristas en el mundo en ese momento, no sabía si era un ataque’, mencionó.
Recordó que durante el forcejeo, la bata que tenía puesta se le cayó, por lo que pensó que iba a ser víctima de violencia sexual por parte de los cinco hombres que esa noche invadieron su espacio. ‘Entonces me quedé desnuda y ahí pensé que me iban a violar. Me preparé mentalmente para eso (…) Le preguntaba si íbamos a morir. En su mirada no había expresión. Me decía: No lo sé. Yo le decía: Tengo hijos, tengo que volver a casa. Cerré los ojos y recé por mi familia, por mi hermana. Pensaba que iban a encontrarme muerta en la cama’, relató conmovida ante el tribunal.
El mensaje de perdón
En medio de su relato, Kim aseguró que estaba dispuesta a perdonar a quienes esa noche la habían maltratado, pero que eso no significaba que el tiempo pudiera ser devuelto y todo olvidado. Es de recordar que Kim es una poderosa activista en lo que se refiere a las personas que hoy se encuentran en las cárceles. La integrante de la familia Kardashian es fiel creyente de las segundas oportunidades.
‘Tenía tantas ganas de ser abogada y luchar por la gente (…) Siempre he creído en la segunda oportunidad. Te perdono por lo ocurrido, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que cambió mi vida. Gracias por la carta’, dijo al escuchar un comunicado enviado por Aomar Ait Khedache, uno de los acusados del crimen.
La joyería como escudo
Hasta el juicio, como se mencionó antes, Kim llegó con un lujoso set de joyería. Aunque pareciera un detalle poco relevante, para sus fanáticos se convirtió en un claro mensaje de poderío. De alguna manera, sus joyas se convirtieron en una especie de escudo, y en un mensaje que señala que el miedo ha salido de su cuerpo.
Kim Kardashian ha mencionado que aquel robo cambió todo, y que lo material, de alguna manera, perdió valor para ella. De hecho, en la Met Gala del 2017, apareció con un vestido blanco de Vivienne Westwood, y ninguna joya.
Embed from Getty ImagesPara el juicio optó por hacer todo lo contrario, incluso, lució una réplica del anillo que le fue robado durante los terroríficos hechos de la noche del 3 de octubre del 2016. Lució un atuendo de John Galliano y un collar de diamantes valorado en 1,5 millones de dólares. La joya, firmada por Samer Halimeh New York, es de oro blanco de 18 quilates, y está compuesta de 80 diamantes. Le sumó a todo un ear cuff de Briony Raymond, valorado en 7,383 euros. Esta última pieza se compone de oro de 18 quilates y diamantes naturales.
Las gafas de sol con las que terminó el look eran de Alaïa, valoradas en 290 euros, y los zapatos que llevó eran Yves Saint Laurent, que en el mercado están a eso de 990 euros.