La moda es un concepto ambiguo que abarca múltiples significados. Con la globalización, la virtualidad y las redes sociales, la moda ya no es exclusiva de unos pocos, sino que pertenece a todos aquellos que desean ser parte de este mundo.
Sin embargo, es importante cuestionar quiénes son los verdaderos actores de esta industria y quiénes están aportando valor real. ¿Se están generando negocios y empresas sostenibles en la industria de la moda? ¿Cualquier persona puede ser reconocida en este medio? ¿Son los generadores de contenido los nuevos expertos en moda o son modelos que saben llevar bien la ropa?
La historia se repite
Para entender mejor la situación actual, es necesario mirar hacia atrás. En 1837, se fundó la prestigiosa marca de lujo Hermès. Pocos años después, Napoleón III, sobrino de Napoleón Bonaparte, fue presidente de la Segunda República Francesa y contrató a Georges- Eugène Haussmann para transformar las calles empedradas de París en grandes avenidas. Fue en este contexto que surgió el concepto de people watching, que se refiere a la práctica de sentarse en las terrazas de los cafés parisinos para observar a las personas que pasaban por la calle y admirar sus vestimentas.
Hermès y el lujo
Hermès tomó un rumbo importante en el lujo, el estatus y el prestigio, ya que las personas adquirían estos productos de alta gama con el fin de ser admiradas y de pertenecer. Esto no es muy diferente a lo que sucede hoy en día en las redes sociales, donde las personas se exhiben y comparten su estilo de vida a través de una ventana digital, para ser admiradas por los demás.

La igualdad de oportunidades
Es interesante destacar que Napoleón Bonaparte no era un noble. Era un militar que ascendió en el escalafón y eventualmente se convirtió en emperador. Esto muestra que, incluso en el pasado, era posible ascender socialmente sin ser noble. Hoy en día, las redes sociales han democratizado la moda y el lujo, permitiendo que cualquier persona con los medios económicos necesarios pueda adquirir productos de lujo y exhibirlos de manera digital.
Tanto la industria de la moda como el lujo están viviendo un momento único en la historia, gracias a la influencia de las redes sociales y la globalización. Sin embargo, es importante recordar que la historia se repite, y que los conceptos de people watching y la igualdad de oportunidades no son nuevos. La clave es entender cómo estas tendencias están evolucionando y adaptándose a los tiempos actuales.
En este sentido, la convergencia de la tecnología, la globalización y la democratización de la moda y el lujo plantea interrogantes fundamentales sobre la naturaleza de la identidad, el estatus social y la cultura. ¿Qué significa ser “lujoso” en un mundo donde las barreras geográficas y socioeconómicas se están desdibujando? ¿Cómo se redefine la noción de “élite” en un contexto donde cualquier persona puede acceder a productos de lujo y exhibirlos en línea?
Al reflexionar sobre estas preguntas, podemos comenzar a comprender mejor las
complejidades y contradicciones de la industria de la moda y el lujo en la era digital.
Por:
Eleonora Morales