La actriz californiana, Monica Barbaro, destaca por su versatilidad, talento y estilo. Esta es su historia.
En los últimos días, el nombre de Monica Barbaro ha comenzado a resonar con más fuerza en los titulares internacionales. El motivo no solo tiene que ver con su carrera en ascenso, sino también con su reciente aparición junto a Andrew Garfield en el torneo de Wimbledon 2025. La pareja fue vista en el emblemático All England Tennis and Croquet Club con un elegante look coordinado en blanco, que no pasó desapercibido entre los asistentes ni en redes sociales.
Aunque este momento ha captado la atención mediática, lo cierto es que Barbaro ya venía ganando espacio en la industria cinematográfica desde hace algunos años. Su talento, su formación artística y una serie de proyectos cada vez más ambiciosos han consolidado su perfil como una actriz a tener en cuenta.
¿Quién es Monica Barbaro?
Monica Barbaro nació el 17 de junio de 1990 en San Francisco, California. Sin embargo, creció en Mill Valley, una pequeña ciudad en el condado de Marin. Su familia tiene raíces multiculturales: sus padres, de ascendencia italiana, se divorciaron cuando ella era aún una niña, y su abuela materna es de origen mexicano.

Desde pequeña, Monica se sintió atraída por el mundo artístico. Comenzó su formación en danza clásica, disciplina que la llevó a estudiar ballet en la prestigiosa Tisch School of the Arts, de la Universidad de Nueva York. Durante esos años también cursó clases optativas de actuación, y aunque su carrera se inició sobre las puntas de ballet, eventualmente decidió cambiar de camino y centrarse en la interpretación dramática. Tras graduarse en 2010, regresó a California y continuó su formación actoral en la Beverly Hills Playhouse, una de las escuelas más reconocidas de Los Ángeles.
Carrera en televisión: sus primeros papeles
El primer gran papel de Monica Barbaro llegó en la televisión, en la serie UnREAL, producida por Lifetime, donde interpretó a Yael, una concursante astuta y decidida. Este rol fue clave para presentarla ante el público y los productores como una actriz con fuerza y presencia en pantalla.
Poco después, se sumó al elenco de Chicago Justice, parte del universo de series creado por Dick Wolf, en donde interpretó a la asistente del fiscal Anna Valdez. Su participación en esta producción no solo le permitió consolidar su perfil dramático, sino también adquirir experiencia en un ambiente de trabajo de alto ritmo y exigencia.
A lo largo de los años, también participó en otras series como The Good Cop, donde actuó junto a Josh Groban y Tony Danza, y Splitting Up Together, una comedia romántica que le permitió explorar registros más ligeros y cercanos al público general. Además, desde 2023 protagoniza FUBAR, una serie de acción y comedia en la plataforma Netflix, junto a Arnold Schwarzenegger.
Del ballet al cine: Top Gun y otras películas
El salto al cine llegó en 2022 con una producción de alto calibre: Top Gun: Maverick. En esta esperada secuela del clásico ochentero, Monica dio vida a Natasha “Phoenix” Trace, una piloto de combate talentosa y decidida, que comparte escenas con figuras como Tom Cruise, Miles Teller y Glen Powell. El papel la puso frente a un público masivo y demostró que estaba lista para interpretar personajes complejos, incluso en escenarios dominados por la acción y el drama militar.
Tras esta experiencia, protagonizó At Midnight, una comedia romántica mexicana que filmó junto al actor Diego Boneta. Aunque el tono de la película era mucho más ligero que Top Gun, el proyecto le permitió mostrar una faceta más emocional e íntima, además de consolidar su alcance internacional.
Joan Baez en A Complete Unknown: su papel más desafiante
El 2025 ha traído para Monica Barbaro uno de los retos más importantes de su carrera: interpretar a Joan Baez en A Complete Unknown, el esperado biopic sobre Bob Dylan, protagonizado por Timothée Chalamet. La película se sitúa en la escena musical de los años 60 en Nueva York, una época marcada por el auge de la canción protesta, los movimientos por los derechos civiles y la efervescencia cultural que transformó para siempre la historia de la música.
Joan Baez no solo fue una figura clave en este movimiento, sino también pareja sentimental de Bob Dylan durante los inicios de su carrera. Encarnar a esta icónica cantante y activista exigió a Monica una profunda preparación vocal, emocional y estética. La crítica ya anticipa que este será un papel que consolidará su reputación actoral y que podría abrirle nuevas puertas en la industria cinematográfica internacional.
La cinta, que se estrenará próximamente, ha generado gran expectativa tanto por su elenco como por la relevancia histórica del relato. Y para Monica, representa una oportunidad única de demostrar su versatilidad artística y su capacidad para interpretar a figuras reales con respeto, sensibilidad y profundidad.
Un estilo personal que comienza a brillar
Además de su carrera artística, el estilo de Monica Barbaro ha comenzado a llamar la atención en alfombras rojas y eventos internacionales. En la más reciente edición de los Globos de Oro 2025, deslumbró con un vestido blanco de Dior que fue ampliamente elogiado por la crítica de moda. Esta elección, sobria pero impactante, reflejó su elegancia natural y su buen gusto, alejándose de los excesos y apostando por una sofisticación minimalista.
Su aparición en Wimbledon junto a Andrew Garfield no solo generó rumores sobre su relación sentimental, sino también elogios por la elección de un look completamente blanco, acorde con la etiqueta del evento. Él en pantalón blanco, camisa y suéter crema; ella con un vestido slip, sandalias de tiras y bolso marrón claro. El estilo, sencillo y coordinado, reforzó la imagen de una actriz segura de sí misma, en plena proyección y con un fuerte magnetismo mediático.
Presente y futuro: una actriz en ascenso
A sus 35 años, Monica Barbaro se encuentra en un momento crucial de su carrera. Ha transitado con éxito desde la danza al drama televisivo, y del cine de acción a la interpretación biográfica. Su versatilidad, preparación artística y presencia escénica la posicionan como una de las actrices emergentes más prometedoras de su generación.
El interés mediático que ha despertado por su relación con Andrew Garfield es, en muchos sentidos, un reflejo del lugar que está comenzando a ocupar en el panorama internacional. Pero detrás del glamour y las cámaras, hay una trayectoria sólida, construida con esfuerzo, formación y un talento que poco a poco comienza a brillar con luz propia.