El papa Francisco falleció pacíficamente, tal y como lo destacó el Vaticano, en la mañana del Lunes de Pascua. Así fue su camino para ser el sumo pontífice de la iglesia católica.
Tras varios años llenos de dificultades en su salud, y después de la que parecía una mejoría en su estado, el Papa Francisco falleció. El argentino, de acuerdo con lo que mencionaron desde el Vaticano, murió este 21 de abril, sobre las 7:35 de la mañana, hora Roma, en su residencia de la Casa Santa Marta. El sumo pontífice tenía 88 años, y partió, precisamente, en Lunes de Pascua, una de las fechas más importantes para los católicos.
Para festejar el final de la Semana Santa, aquel que se da gracias a la resurrección de Jesús, el Papa hizo la que sería su última aparición pública, al cierre del domingo 20 de abril. En ella mencionó: ‘Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás, incluso en quienes son diferentes a nosotros o vienen de tierras lejanas, trayendo costumbres, formas de vida e ideas desconocidas. Porque todos somos hijos de Dios’.
El fallecimiento del Papa va más allá de un hecho que obliga al Vaticano a elegir un nuevo líder. Se trata del final de una importante era para la iglesia católica. Francisco hizo historia, no solo por la forma en la que asumió su posición y las ideas que promulgó, sino también por haber sido el primer Papa latinoamericano.
¿En qué año se convirtió Francisco en Papa?
Jorge Mario Bergoglio, nombre secular del Papa Francisco, fue elegido por sus colegas como jefe de la Iglesia católica en marzo de 2013. Su llegada se dio después de la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI.

Francisco nació en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936. Era hijo de emigrantes piamonteses. Su padre era Mario, un contador y empleado en ferrocarril; y su madre era Regina Sivori, quien se dedicaba a las labores del hogar y a la crianza de sus cinco hijos. Francisco se diplomó como técnico químico, sin embargo, decidió seguir el camino del sacerdocio. Para ello entró al seminario diocesano de Villa Devoto.
El 11 de marzo de 1958 pasó a ser parte del noviciado de la Compañía de Jesús. Hacia 1963 finalizó sus estudios de humanidades, en Chile, para luego regresar a Argentina. En su país natal estudio filosofía, en el Colegio San José, de San Miguel. Entre 1964 y 1965 fue profesor de literatura y psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, misma labor que desarrolló en el Colegio del Salvador en Buenos Aires, en 1966.
La historia del Papa Francisco
Ente 1967 y 1970 estudió teología en el Colegio San José. En el intermedio de ello, exactamente el 13 de diciembre de 1969, recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Continuó avanzando y, entre 1970 y 1971, prosiguió la preparación en la Compañía, en Alcalá de Henares, en España. El 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua.
Nuevamente en el país que lo vio nacer, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología y consultor de la provincia de la Compañía de Jesús. Llegó, incluso, a ser rector del Colegio.
El 31 de julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina. Seis años después, regresó al ámbito universitario para ser el rector del colegio de San José. Entre 1980 y 1986, además de esa tarea, fue párroco en San Miguel. En marzo de 1986 se va para Alemania con el fin de terminar su tesis doctoral.
Mientras seguía haciendo su trabajo en el panorama de la iglesia católica, el cardenal Antonio Quarracino lo convierte en su colaborador en Buenos Aires. Así, de hecho, consiguió, el 20 de mayo de 1992, que Juan Pablo II lo nombra como obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio de ese mismo año, recibió en la catedral la ordenación episcopal de manos del purpurado.
¿Cómo llegó Francisco a ser el sumo pontífice de la iglesia católica?
Luego de ello, fue nombrado como vicario episcopal de la zona de Flores. El 21 de diciembre de 1993, además, se le encomendó la tarea de vicario general de la arquidiócesis. El 3 de junio de 1997 fue promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires. El 28 de febrero de 1998 se convirtió en arzobispo del primado de Argentina. El 6 de noviembre fue nombrado Ordinario para los fieles de rito oriental residentes en el país y desprovistos de Ordinario del propio rito, de acuerdo con información expuesta en la página web del Vaticano.

El 21 de febrero del 2001, Juan Pablo II lo convierte en cardenal, y le asigna el título de san Roberto Bellarmino. En octubre de 2001 fue nombrado relator general adjunto para la décima asamblea general ordinaria del Sínodo de los obispos. En 2002 declinó el nombramiento como presidente de la Conferencia episcopal argentina, sin embargo, tres años después fue elegido y reconfirmado por otro trienio en 2008.
En abril de 2005, Bergoglio participó en el cónclave en el que fue elegido como Papa Benedicto XVI. En septiembre de 2009 lanza en su país la campaña de solidaridad por el bicentenario de la independencia del país. Se trataba de 200 obras de caridad que se llevarían a cabo hasta el 2016.
Antes de llegar a ser Papa, explica el Vaticano, ‘era miembro de las Congregaciones para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, para el clero, para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica; del Consejo pontificio para la familia y de la Comisión pontificia para América Latina’.
¿Cuál es el legado del Papa Francisco?
El legado del papa Francisco se caracteriza por haber promovido una Iglesia más cercana a las personas y atenta a los desafíos del mundo actual. Durante su pontificado, impulsó una visión pastoral centrada en la inclusión, el diálogo y la misericordia, buscando una Iglesia en salida que priorizara el acompañamiento sobre el juicio. Su enfoque ante temas como la diversidad sexual, la migración y la pobreza reflejó un cambio en la manera de comunicar y actuar desde la institución.
En el plano global, tuvo un rol activo en la promoción del diálogo inter religioso y la cooperación internacional. Firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana en Abu Dabi junto al Gran Imán de Al-Azhar, abriendo espacios para el entendimiento entre religiones. En el ámbito ambiental, publicó la encíclica Laudato Si’, donde vinculó el cuidado del medioambiente con la justicia social, lo que posicionó a la Iglesia en el debate climático y ecológico.
También impulsó reformas internas en el Vaticano, orientadas a una mayor transparencia financiera y a una reorganización de la Curia. Promovió la participación de laicos y mujeres en distintas instancias de decisión, y adaptó el estilo de comunicación del papado a los lenguajes contemporáneos. Su pontificado marcó una etapa en la que se buscó una mayor conexión entre la doctrina y los desafíos concretos de la sociedad actual.