En el sexto capítulo de la segunda temporada de Perfil falso, Manuela González fue atada con cuerdas. La técnica se llama Shibari, y te contamos de ella.
Tras varios meses de espera, el 8 de enero del 2025 se lanzó la segunda temporada de Perfil falso, serie desarrollada entre Colombia y México que ha enamorado a los usurarios de Netflix, quienes esperan con ansias que la historia siga teniendo continuaciones.
Se trata de un thriller erótico que, desde la primera vez que llegó a las pantallas de la plataforma de streaming, no ha dejado de sorprender a sus creadores. Su debut fue tan exitoso que alcanzó el puesto número uno del top 10 global de las series más vistas, de habla no inglesa, durante su semana de estreno.
El éxito de la producción recae en varias cosas, no solo en la cantidad de talentosos actores que la hacen posible, sino también la trama, aquella que, según Manuela González, pone sobre la mesa de conversación temas considerados como un tabú. ‘Me encanta que como sociedad podamos admitir este tipo de historias sin tanta morronguería‘, dijo en una reciente entrevista con Marie Claire Colombia.
¿Qué papel hace Manuela González en Perfil falso 2?
Recientemente, Manuela, que en la serie le da vida Ángela Ferrer, hizo público en sus redes sociales el detrás de cámaras de una de las escenas que más generó recordación en los fanáticos de la historia. En ella, su personaje es amarrado con cuerdas, bajo una técnica llamada Shibari.
‘Hibari, el arte de atar con cuerdas. Ángela y sus múltiples capas. Qué maravilla descubrir a través de la actuación, aprender sobre un mundo desconocido que a veces está afuera y muchas otras está adentro. Gracias Dani por tu amorosa, dedicada y siempre respetuosa manera de enseñarnos y compartir tu arte. Y gracias a todo el equipo delante y detrás de cámara, quienes hicieron de este proyecto una aventura inigualable’, redactó Manuela, al lado de imágenes y videos en los que muestra cómo, realmente, fue atada durante el rodaje.

¿Qué es el Shibari?
La escena, que ocurre en el capítulo 6 de la segunda temporada, habla de una técnica japonesa de bondage que implica el uso de cuerdas para inmovilizar, parcialmente, a otra persona, durante prácticas eróticas y sexuales. Tiene sus orígenes, según detallan expertos, en el Hojōjutsu, un arte marcial que usa cuerdas para someter a prisioneros. A finales del siglo XIX y principios del XX, esta práctica dio un giro y se convirtió en una técnica utilizada en el sexo.
De acuerdo con lo que explican sexólogos y conocedores de la práctica, esta permite que la persona que está siendo amarrada se concentre, exclusivamente, en sentir placer.
A esto se suma que el amarre de la cuerda se hace estratégicamente para generar presión y estimular zonas del cuerpo que aumenten el disfrute. Al igual que cualquier práctica sexual, es necesario conocer lo que hay detrás de ella para que sea satisfactoria. Ser consciente de los riesgos de su mala ejecución, y de los beneficios que tiene al desarrollarla sanamente.