Con la llegada de los días eternos de sol, siestas bajo la sombra y escapadas improvisadas, también llega el momento de elegir tus imprescindibles para la maleta de vacaciones. Y es que, además del protector solar, tu bikini favorito y ese pareo que siempre se convierte en vestido, hay algo que no puede faltar: un buen libro. O mejor, varios.
Desde historias que se leen como un suspiro hasta tramas intensas que se quedan contigo mucho después de la última página, estos títulos son un pasaporte literario a otros mundos. Prepárate para enamorarte, llorar un poco (o mucho) y perder la noción del tiempo.
¿Por qué es tan especial leer en verano?
Leer en verano es más que un pasatiempo: es un ritual. Entre el rumor del mar y el olor a protector solar, las páginas fluyen con otra cadencia. Sin horarios, sin agendas. Solo tú, el libro y ese momento de pausa absoluta. Es también una oportunidad para conectar contigo misma, para reír, para soltar. Y por qué no, para compartir una historia entre amigas, con un café helado en mano y los pies descalzos.
¿Qué tipo de libros buscamos cuando empieza la summer season?
Queremos novelas que emocionen, que se lean con ritmo pero también con sentido. Que puedan acompañarnos en un viaje o desde una tumbona. Que inviten a pensar, a llorar con dignidad en una terraza o a subrayar frases mientras suena una playlist suave de fondo. Libros que se sientan como un verano bien vivido: con sol, con sombras, con giros inesperados y mucha luz interior.
5 lecturas veraniegas para engancharte desde la primera página
«No estás en la lista», de Alison Espach
Para quienes aman las comedias emocionales con fondo. Una novela brillante, divertida y con un vestido verde que no se olvida. Phoebe llega sola a un hotel de lujo con la intención de cerrar un capítulo de su vida, pero lo que encuentra es otra historia: una conexión inesperada con una novia demasiado perfecta y un fin de semana que lo cambia todo.
Con diálogos afilados y una sensibilidad que toca fibras, esta historia es un canto a las segundas oportunidades y las amistades improbables. Ideal para leer entre chapuzón y chapuzón, con una copa en la mano y el corazón un poquito abierto.

«Por si un día volvemos», de María Dueñas
Para quienes quieren perderse en una novela histórica absorbente. Aún sin portada revelada, esta nueva entrega de María Dueñas promete ser una de las grandes ficciones del verano. Ambientada en los años 20 en Orán (Argelia), sigue la vida de Cecilia, una mujer que cruza el Mediterráneo para buscar un futuro, enfrentándose a los rincones más oscuros de la condición humana.
Una historia de superación, dignidad y reconstrucción que nos recuerda que el amor propio también se conquista. Para leer sin prisa, con una limonada en la mano y el alma lista para viajar.
«El verano que nos queda», de Giulia Baldelli
Para quienes creen en el amor que desafía todo. Un triángulo amoroso, una amistad infantil que se transforma en deseo y una historia que habla de ese tipo de conexión que atraviesa los años, los géneros y las reglas.
Giulia y Cristi se conocen de niñas, se reencuentran de adultas, y entre ellas aún arde un fuego sin nombre. En medio, Mattia. Una novela delicada y feroz, como un primer beso al atardecer. Para leer en una terraza o al borde de un lago. Advertencia: deja huella.
«La chica del verano», de La Vecina Rubia
Para quienes crecieron con ella. La saga Verano llega a su fin con esta entrega que cierra el círculo de una adolescencia convertida en adultez, de una chica rubia anónima a una mujer que ha vivido, reído, llorado y amado.
Entre amigas, enfermedades, dudas, decisiones vitales y amores no dichos, esta historia refleja lo que muchas sentimos y pocas nos atrevemos a contar. Para leer de noche, con la nostalgia como soundtrack, y una manta ligera sobre las piernas.
«Mi nombre es Emilia del Valle», de Isabel Allende
Para quienes quieren reencontrarse con la narrativa poderosa de Allende. Una novela con tintes históricos y feministas, que viaja a la San Francisco de 1866, donde una joven criada por su padrastro desafía todas las reglas sociales para dedicarse a escribir.
Con la intensidad narrativa que solo Isabel Allende sabe manejar, esta es una historia sobre mujeres fuertes, pasados imposibles y la pasión por contar lo vivido. Perfecta para tardes largas y silenciosas, cuando el sol ya se ha escondido.
¿Y después del verano?
Quizás no recuerdes qué día fue lunes o viernes, pero sí recordarás ese libro que no soltaste, esa frase que subrayaste o esa historia que te hizo sentir vista. Porque los mejores libros no se acaban cuando se cierran: siguen contigo. Este verano, entre bikinis y limonadas, haz espacio para un buen libro.
Este verano, deja que cada página te lleve a un nuevo mundo, a historias que emocionan, sorprenden y acompañan tus mejores momentos bajo el sol. Porque no hay plan perfecto sin una lectura que te haga vibrar. ¿Lista para descubrir cuál de estos libros se convertirá en tu favorito de la temporada? Prepara tu maleta y dale la bienvenida a las aventuras que te esperan.