Sex And The City llegó a Netflix: ¿por qué amamos tanto a Carrie si es problemática?
Sex and the City llegó a Netflix y mientras todos hacemos maratón de la icónica serie de los 2000, no podemos evitar preguntarnos ¿por qué amamos a Carrie? La excéntrica columnista a pesar de que indudablemente tiene carisma, vista desde los ojos de nuestra vida actual, puede resultar bastante problemática, o por lo menos, así lo demuestran cientos de artículos analizando sus acciones en el show y llamándola la verdadera villana.
Carrie ciertamente no se puede llevar el premio a la mejor amiga: cuando Charlotte, Miranda o Samantha tenían problemas ella intentaba ayudarlas, sí, pero fallaba la mayoría de veces porque estaba concentrada en sus propios problemas. Tampoco la mejor aliada: nunca trató mal a Stanley por ser homosexual e incluso fue a unos cuantos clubs gays, pero a la hora de la verdad, parecía que los veía más como un accesorio. Ni la mejor novia: aunque escribía en su columna lo malos que eran los hombres ella no fue lo que llamamos responsablemente afectiva con Aidan.
Con todos estos defectos, y algunos más que se pueden estar pasando, ¿qué hace que nos sentemos capítulo tras capítulo a apoyarla y a esperar que consiga los Manolo Blanik ideales y su príncipe azul? ¿Tal vez nos sentimos identificados con sus imperfecciones? ¿O son sus outfits los que nos hacen perdonarle las metidas de pata?
En cualquier caso, lo que sí es cierto es que Sex and the City no es una serie de buenos o malos.Todos tienen sus errores y si los examinamos con lupa a cada uno de ellos, nos iremos dando cuenta que aunque cometen errores, vamos creciendo con ellos a medida que aprenden de los mismos. La misma época es incluso un reflejo de crecimiento. En los 2000, muchas de las cosas que hoy nos indignan parecían totalmente normales, pero el asunto es que así como Carrie, Miranda, Samantha y Charlotte, nosotros también crecimos.
Aceptémoslo, al final del día, nosotros también hemos sido malos amigos, aliados y novios, y, al igual que Carrie, hemos combinado mal unos zapatos con una blusa solo porque nos pareció divertido. El encanto de Sex and the City no radica en que admiremos a Carrie por otra cosa que no sean sus outfits, sino que la veamos cometer errores, crecer con ellos y enseñarnos de manera indirecta a través de su columna porque no debemos ser como ella. ¿Amaríamos tanto a Carrie si fuera perfecta?
Escrito por: Leonardo Goez