En tiempos donde el glow manda y el menos es más se ha instalado en nuestro neceser, los skin tints se posicionan como los nuevos protagonistas de la piel. Porque la estética clean girl no es solo un mood de Instagram: es una forma de entender el cuidado y el maquillaje como un todo.
Atrás quedó ese 2016 en el que la base mate, los polvos selladores y el contorno afilado gobernaban nuestros rostros. Ahora, el look natural, descansado e hidratado —con ese aire de me desperté así (pero mejor)— es el verdadero statement. Y en este escenario, los skin tints tienen algo que decir.
¿Qué es exactamente un skin tint?
Un skin tint es como un susurro de color sobre la piel. No busca cubrir, sino acompañar: unifica el tono de manera ligera, dejando que tu textura, tus pecas y tu luz natural respiren.
Su cobertura es mínima, su textura es ligera y su acabado es tan natural que a veces olvidas que lo llevas. Es, literalmente, un filtro de segunda piel. Ideal para quienes huyen del efecto máscara, pero quieren un plus de jugosidad y uniformidad.
¿En qué se diferencia un skin tint de una BB Cream?
A simple vista pueden parecer similares, pero la diferencia está en la intención (y en la fórmula). Una BB Cream es una crema hidratante con color. Más espesa, más cobertura, más hidratación… tanto, que a veces puede sustituir a tu crema de día.
El skin tint, en cambio, no pretende ser tu hidratante principal, aunque muchos ya integran ingredientes de tratamiento como niacinamida, ácido hialurónico o SPF. Su función es otra: embellecer sin ocultar, realzar sin cubrir.
¿Por qué deberías usar un skin tint (y por qué ahora)?
Porque tu piel merece respirar, y tú mereces verte bien sin esfuerzo. El skin tint se ha convertido en el producto más deseado del verano por muchas razones:
- Ligereza extrema. Perfecto para el calor, el sudor y las rutinas rápidas.
- Glow asegurado. Suelen tener acabados luminosos y jugosos que iluminan el rostro al instante.
- Cuidado integrado. Con activos que tratan tu piel mientras la embellecen.
- Apto para todas. Sí, incluso si tienes la piel grasa. Hidratar no es lo mismo que engrasar.
Además, es tan fácil de aplicar que puedes hacerlo con las yemas de los dedos y salir por la puerta en menos de cinco minutos. Literalmente, el tiempo que te toma encontrar las llaves.
¿Cómo se aplica un skin tint correctamente?
Spoiler: no necesitas brochas profesionales ni ser experta en blending.
- Prepárate la piel. Limpieza + hidratación ligera (si tu skin tint no la incluye).
- Aplica como un serum. Con las manos limpias, masajea el producto desde el centro hacia afuera.
- Capas si quieres. Puedes añadir una gota más en zonas que lo necesiten.
- Glow al gusto. Si quieres matificar ciertas zonas, un poco de polvo translúcido bastará.
¿El truco? No intentar cubrir, sino potenciar.
¿Cuál elegir según tu tipo de piel?
- Piel seca: busca fórmulas con ácido hialurónico o aceites ligeros. Quieres glow, pero también confort.
- Piel mixta o grasa: elige tintes oil-free o con niacinamida para equilibrar y tratar.
- Piel sensible: apuesta por fórmulas minimalistas, sin fragancia y con ingredientes calmantes.
Algunas marcas incluso tienen tonos que se adaptan al subtono de tu piel con precisión mágica. Así que prueba, juega y encuentra el que te haga sentir como tú, pero con filtro editorial.
¿Por qué son la obsesión del verano?
Porque nada dice verano como una piel luminosa, natural y sin esfuerzo. Y si algo hemos aprendido tras tantos días grises, es que el sol no se desaprovecha. El skin tint es la respuesta a esa necesidad de vernos bien en tiempo récord. Cinco minutos, una aplicación con las manos, y lista para absorber cada rayo del día.
Los skin tints no vinieron a revolucionarlo todo, sino a recordarnos algo simple: que menos también puede ser mejor, que la piel tiene derecho a respirar y que el glow no necesita filtros. Así que este verano, deja las coberturas pesadas en el cajón, apuesta por texturas ligeras y haz del espejo tu aliado, no tu juez.