La nueva colección de Silvia Tcherassi se inspira en los clásicos. Se trata de una continuación de Hojarasca, línea que data del 2002.
Silvia Tcherassi no falla. La diseñadora de modas colombiana, a lo largo de los años, ha venido demostrando las razones por las cuales es una de las más importantes del país, y una de las que más proyección internacional ha conseguido, gracias a su infinita creatividad y capacidad de adaptación.
Recientemente, la barranquillera le presentó al mundo su propuesta estérica para otoño 2025, ganándose centenares de halagos y recibiendo múltiples solicitudes, por parte de seguidores de la marca, para lograr quedarse con alguna de las preciadas piezas.


Silvia Tcherassi le hace un homenaje a su pasado
La colección Fall 2025, entonces, y de acuerdo con lo que señala la compañía, muestra la ‘cuidada evolución del proceso creativo de la marca’, aquella que, desde sus inicios, se ha caracterizado por un ‘medido equilibrio de contrastes’, en donde es protagonista ‘la interacción entre lo precioso y lo pragmático’. Para su creación, mencionan las mentes detrás del nuevo proyecto, se exploraron los códigos estéticos de la colección que le permitió a Silvia un reconocimiento internacional: Hojarasca, lanzada en 2002.
‘Presentamos otoño 2025: una colección que continúa redefiniendo el proceso creativo y el enfoque de la marca, caracterizada por la intencionalidad y un equilibrio de contrastes mesurado, enfatizando notablemente la interacción entre lo precioso y lo pragmático. Además, ofrece una continuación de la presentación Hojarasca otoño-invierno 2002, que definió la carrera de Silvia Tcherassi y que fue fundamental para su consolidación internacional‘, se lee en las redes sociales de la compañía.


¿Cómo es la colección?
A través una inmensa variedad de siluetas, texturas y colores, la diseñadora presenta un impactante enfrentamiento de contrastes que, aunque puede parecer que fue desarrollado de manera espontánea, está completamente pensado y calculado. En esta colección, dice la marca, las ‘dicotomías como las superficies arrugadas y las lisas, así como las líneas rectas y los movimientos fluidos, se combinan espontáneamente, resaltando el poder de las contradicciones estilísticas’.
Los colores, como se mencionó anteriormente, también entran a jugar un importante papel en la colección de otoño de Tcherassi. Todos hacen parte de paletas de tonos como menta, lavanda, orquídea y oliva, algo que es crucial para emitir una energía otoñal. A partir de esos colores, además, se desarrollan los ya reconocidos estampados que caracterizan a las legendarias creaciones de Silvia, hechos a mano.


Teniendo en cuenta lo anterior, la colección Fall 2025 se nutre de detalles. Dentro de su inmensa variedad de tejidos y particularidades, hay apliques florales de organza cortada a mano que permiten que en las prendas se difumine ‘la línea entre lo real y lo imaginario’. Así mismo, hay algunas prendas en las que el stropicciato ofrece una textura similar a la del cuero, demostrando así, el manejo que tiene la marca sobre estas técnicas de trabajo innovadoras.
Con esta colección, Silvia Tcherassi se permite explorar, además, el segmento de los accesorios, pero desde la esencia que caracteriza a su marca. Esto le permite enriquecer y consolidar su propuesta dentro del universo creativo de la moda. Es por eso que en Fall 2025 hay bolsos como el Slinky que, además de comodidad, ofrece un aire de ‘elegancia sin esfuerzo’.