Leyendo ahora
La llave maestra: Helena Fadul

La llave maestra: Helena Fadul


Cuando era niña, me tomaba de la mano la certeza de forma cálida y segura, dándome ese impulso para conquistar el mundo que se abría ante mis ojos; esa abrazadora sensación provenía de mi mamá. Ella, mi heroína, me entregó la llave maestra del SER, y aprendí que no había puerta alguna que impidiera lograr lo que soñara.


Mi futuro se extendió ampliamente en mi imaginación, creándolo mediante un caleidoscopio lleno de magia, colores y formas, cuya explosión solo yo podía ver. Existía una pasión casi visceral por todo lo que pudiera alcanzar. Desde mis primeros pasos, hasta mis primeros sueños, siempre había algo dentro de mí que decía: «¡Sí, lo lograrás!»; era la confianza implantada en lo más íntimo.

Sin embargo, el tiempo pasa y todo se va transformando: mi niña interior de manifestación soñadora a plenitud comenzó a visualizar en su hiperícono imágenes ya difuminadas, a punto de desaparecer por la rutina que la vida trae con los años; un antes y un después.

Helena Fadul
La llave maestra: Helena Fadul

Hoy, los sueños han ido tomando otras formas; a veces el camino se vuelve incierto y los miedos susurran al oído. Esas adversidades nos hacen pensar que ya no somos capaces de seguir o de crear; pero mi infancia siempre encuentra una forma de hablarme, recordándome que soy capaz de lograr lo que me proponga, sabiendo que no va a ser sencillo ni inmediato, y a medida que avanzo, reconstruyo el camino de mi versión: mi propio ser.

Las metas no se proyectan ni se edifican sin desafíos; son los obstáculos los que piden muchas veces —en voces de tenor o contralto— que te detengas, analices y reconsideres tus pasos. En ocasiones, o casi siempre, la moda —esa forma de expresión que tantos asocian equívocamente con lo superficial— es mi refugio
perfecto para materializar sueños o insurrección, mi máximo tono de voz, mi contralto; significa ser leal a mi esencia, pues me reconecta con esa niña interior que contrasta vivencias y estructuras mentales.

Helena Fadul
Helena Fadul

Es el instrumento fiel que me ha acompañado y armonizado desde mis inicios, cuando sabía lo que quería antes que el mundo intentara decirme lo que debía ser y hacer; es el hilo conductor que me lleva a elegir con libertad cómo quiero vivir, qué quiero expresar y cómo lucir; es la forma de honrar con pasión mi autodeterminación y mi intimidad. De nuevo he vuelto a ser yo. Sigo buscando ese espacio donde todo es posible y no hay límites, donde todo es fascinante y genera magnetismo con mi esencia.

Te puede interesar
Iván Cornejo en su concierto

Y hoy, hija, mientras siento tu presencia en mi vientre, mi amor por ti —ese sentimiento intenso que infunde una potente vibración que acompasa los latidos de nuestros corazones, vibrando al unísono llenos de esperanza de que todo estará bien— me hace inmensamente feliz. Con total determinación, te prometo que
crecerás libre sin perder nunca esa capacidad de soñar. Te prometo que todo lo que soy, lo que he aprendido, será parte de ti.

Te prometo que tú también tendrás la oportunidad de caminar este mundo con la certeza de que, como ser, podrás ir más allá de cualquier barrera u obstáculo. A ti, mi hija, te comparto mi legado, la “llave maestra” que un día recibí: el de un
futuro que aún no ha llegado, pero que está lleno de sueños por cumplir. Te
agarro de la mano y juntas veremos el mundo por ese caleidoscopio lleno de imágenes fascinantes, sorpresas y magia; de formas y estéticas, de arte y ciencia, de mucho amor y pasión

Tuya por siempre, Mamá.


FASHION GROUP DISEÑO Y PUBLICIDAD, S.A. de C.V.

Calle Bradley 21. Colonia Anzures, 11590 Ciudad de México (México)

 

Volver arriba