Sí, Miranda Priestly ha vuelto. Y no, no es un rumor de internet más. Después de años de especulación, memes, y escenas recreadas hasta el cansancio, El Diablo Viste a la Moda 2 es oficial. Disney confirmó la secuela de la película más icónica del universo fashion y ya tiene fecha: 1 de mayo de 2026.
¿Coincidencia o movimiento estratégico? Exactamente veinte años después del estreno de la primera entrega. Porque si alguien sabe sobre el timing perfecto, es Runway.
¿Quién regresa al cast (y por qué esto es importante)?
La moda nunca pasa de moda, pero hay nombres que simplemente no pueden ser reemplazados. Meryl Streep, Anne Hathaway y Emily Blunt —las tres musas que convirtieron una historia de pasantías y stilettos en un clásico del cine pop— regresan para liderar la secuela.
Aunque esta vez el poder, los puestos y las prioridades han cambiado. Lo que aún está por confirmarse es el regreso de Stanley Tucci como Nigel, ese editor de moda con corazón (y frases memorables). Aunque él mismo ha expresado su entusiasmo, todavía no hay confirmación oficial.

¿Cuándo se estrena El Diablo Viste a la Moda 2?
1 de mayo de 2026. Marca el calendario. El estreno está previsto justo a tiempo para celebrar las dos décadas de historia de una película que redefinió el género de comedias con alta costura.
Y no, no es una versión musical, ni un remake, ni una precuela imaginaria: es una secuela canónica, con guion original y una trama que nos lleva al núcleo de lo que hoy significa sobrevivir (y dominar) el negocio de la moda.
¿Dónde se sitúa esta nueva historia?
A diferencia de la primera parte —donde Nueva York era un personaje más con su caos, taxis y cafés de $3—, ahora el mapa se expande. Runway ya no es el imperio que era. Miranda enfrenta la peor de las pesadillas para una editora de revistas de lujo: la caída en ventas, la falta de anunciantes y la competencia digital feroz.
¿Su única salvación? Un grupo de conglomerados de moda liderado por una antigua aliada: Emily Charlton. La asistente sarcástica, irónica y eternamente agripada ahora es la jefa del otro lado del escritorio. Sí, al parecer sí fue a París y algo más que zapatos se trajo de regreso.
¿De qué trata la secuela?
Sin spoilers, pero con estilo. Miranda está en crisis, el mundo ha cambiado: el fast fashion, los influencers, TikTok, las inteligencias artificiales que crean editoriales en segundos. En este nuevo contexto, su reino está tambaleando. Y aquí entra Emily, ahora directora de un holding de lujo, con el poder publicitario que Miranda necesita para salvar a Runway. El poder se ha desplazado. Y lo que antes era una jerarquía de miedo ahora es un juego de tensiones, alianzas incómodas y traiciones elegantes.
¿Por qué esta película importa hoy?
Porque la moda sigue siendo un espejo de la cultura. El Diablo Viste a la Moda fue más que un desfile de Chanel y frases afiladas. Fue una crítica (disfrazada de comedia) sobre poder, ambición, sacrificios y cómo la industria puede moldear —y destruir— identidades.
Ahora, casi veinte años después, tenemos nuevas preguntas: ¿Qué lugar ocupa una editora como Miranda en la era de los likes? ¿Puede una exasistente volverse indispensable para salvar a quien alguna vez la despreció? ¿Cuánto ha cambiado la moda… y cuánto sigue siendo puro teatro?

¿Qué podemos esperar de este regreso?
Estética impecable, frases icónicas como siempre, cameos de diseñadores reales, y una dosis de crítica al nuevo ecosistema fashion que se mueve entre desfiles, algoritmos y sostenibilidad.
Pero más allá del glamour, este regreso es también una oda a todas las generaciones que crecieron con la película como referencia no sólo de estilo, sino de empoderamiento.
La cuenta regresiva ha comenzado. El Diablo viste a la Moda 2 llega para recordarnos que la moda —como el cine bien hecho— nunca muere. Solo se transforma.