Analizamos el cuento que inspiró la MET gala. Te contamos cuáles invitados se apegaron mejor al tema.
¿Qué hubiese pensado el conde Axel de la MET gala? Inspirada en el cuento del que él es protagonista. De este interrogante nos surgen aún más preguntas.
Los invitados al evento convocado por Anna Wintour, ¿no son acaso como la horda de gente a la cual él y su esposa le tenían tanto pavor? ¿se pasearía el conde por este jardín de celebridades?
Zendaya en Givenchy y Jessica Serfaty Michel en Dolce & Gabbana.
Aunque para este ocasión la multitud estaba compuesta por bellas flores, vestidas en su mayoría por piezas únicas que con el tiempo harán parte del resto de tesoros que hoy día forman la muestra del Museo Metropolitano de Nueva York denominada; “Bellas durmientes; el despertar de la moda”.
Barry Keoghan en Burberry.
En la narración, este tumulto de gente estaba integrado por un vasto y confuso tropel de personas, entre hombres y mujeres entremezclados con algunos soldados con uniformes, y toscos yugos que rodeaban sus cuellos.
Elle Fanning en Balmain.
Recordemos que las flores del tiempo crecían 2 metros y tenían delgados tallos como varillas de cristal, mismas que sostenían una docena de hojas, en cuyo extremo estaban los enigmáticos brotes.
Giovanna Engelbert, Karlie Kloss, Imaan Hammam y Anok Yai, todas en Swarovski.
Flores que tenían unos opacos pétalos exteriores que guardaban su corazón de cristal, cubiertos de brillante diamantina que presentaba mil facetas, que al ser movidas ligeramente por la brisa vespertina lucían como lanzas de fuego.
Gustav Magnar Witzøe en Versace.
Estas bellas flores que reflejaban la hermosa música, se retraen al ser arrancadas hasta el tamaño de un dedal de cristal, con pétalos crispados alrededor del desvanecido corazón y con la capacidad de alternar las dimensiones de tiempo y espacio, cómo en un sueño.
Cardi B en Windowsen.
El crepúsculo se cerraba alrededor de la casa extendiendo sus grandes sombras sobre la llanura, fusionando el horizonte con el cielo.
Lana del Rey en Alexander McQueen.
Un matorral espinoso de dos metros de altura con punzante follaje se encargó de proteger al conde y su esposa de la multitud invasora.
Tyla y Olivier Rousteing en Balmain.
Dos estatuas adornaban el misterioso jardín y miraban alrededor desde su zona protegida, una de ellas con la figura de un hombre con chaqueta de cuello alto.
Shakira en Carolina Herrera.
La escultura femenina junto a él tenía la figura de una mujer con traje de seda, que en su mano derecha sostenía una hermosa rosa de pétalos suaves.
La MET gala per se es un cuento, una noche donde las fantasías mas enigmáticas cobran vida, todos los asistentes cada año dan su mejor esfuerzo, y cada quien interpreta el tema a su manera.
Escrito por: Damián Torres