El té de jengibre es uno de los más efectivos para tratar síntomas incómodos que afecten nuestro sistema digestivo.
Las herramientas que nos ofrece la naturaleza para cuidar de nuestra salud son infinitas, así como la cantidad de preparaciones que podemos hacer con ellas para solucionar problemas que afectan nuestro bienestar.
Dentro de ellas se encuentra el jengibre, una planta que, en su interior, tiene componentes que se convierten en la respuesta a algunas de las cosas que nos inquietan de nuestro cuerpo. De acuerdo con especialistas, el consumo de este elemento le aporta beneficios a, entre otras cosas, nuestro sistema digestivo.

¿Qué hace el jengibre en mi cuerpo?
Una de las cosas que está al interior del jengibre es el gingerol, un componente natural que ayuda en la aceleración de la velocidad con la que los alimentos se disuelven en nuestro interior, aportando los nutrientes necesarios, y salen de nuestro cuerpo.
Es por esto que beber té de jengibre antes o después de nuestras comidas será siempre una buena opción, en especial, cuando son comidas más cargadas de ingredientes como el almuerzo.
Es, de hecho, un elemento natural perfecto para reducir la inflamación abdominal y los gases. También previene problemas como el estreñimiento y la retención de líquidos. Es un diurético natural. Además de ello, el jengibre es un gran elemento para tratar malestares como las náuseas.
Bien sea en té, o masticando un pedacito de la planta en seco, conseguiremos una solución inmediata para calmar las incómodas ganas de vomitar. Es de suma utilidad para mujeres en estado de embarazo que tengan este tipo de síntomas.

¿Qué beneficios y para qué sirve el jengibre?
Al jengibre, además, se le atribuyen propiedades anticancerígenas y en pro de la prevención de enfermedades óseas como la artritis. Así mismo, es reconocido por ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
A todo lo mencionado se suma uno de los usos más populares que se le da al jengibre: un ingrediente para remedios antigripales. Al mezclarlo con cítricos como limón o naranja se crean infusiones que pueden reducir el malestar de la gripa, en especial, síntomas como el dolor de garganta.
Gracias a sus propiedades antimicrobianas y antivirales, el té de jengibre puede fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a prevenir resfriados y gripes. Además, su contenido de antioxidantes combate los radicales libres, protegiendo al organismo de daños celulares.
Como si fuera poco, el jengibre es conocido popularmente por ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Facilita, además, que podamos conciliar rápidamente el sueño. Una taza de té de jengibre antes de dormir también puede ser útil si sufres de insomnio.