Si en algo insisten los especialistas en el cuidado de la piel es en la inmensa necesidad que existe de protegernos de los rayos del sol. Aunque la luz solar es de suma importancia en nuestro sistema, gracias a las decenas de beneficios que nos ofrece, es perjudicial para el órgano más grande de nuestro cuerpo.
El sol, por ejemplo, favorece la producción de vitamina D en nuestro sistema, aquella encargada de, entre otras cosas, ayudar a absorber el calcio, sustancia vital para tener unos huesos fuertes y sanos. Al sol, además, se le atribuyen capacidades para mejorar nuestro estado de ánimo, disminuir la presión arterial y fortalecer el sistema inmunológico.
El sol como nuestro mejor amigo y peor enemigo
Ahora bien, son algunos de los componentes de la luz solar los que le hacen daño a nuestra piel. De acuerdo con lo que explican expertos, en ella hay luz UV, o ultravioleta, que, con sus rayos, penetran las capas exteriores de la piel para llegar a las más profundas. Es allí cuando se causan lesiones de la piel que bien pueden ser estéticas, como manchas y arrugas, o de salud, como cáncer de piel.
En un mundo en el que cada vez es más fuerte el impacto del sol en la tierra, gracias al cambio climático, generado por la contaminación y el daño al medio ambiente, es todavía más urgente hacer uso de bloqueadores solares. Es por ello que aquí, en Marie Claire Colombia, te daremos una guía para que sepas identificar que bloqueador se adapta más a tu tipo de piel.
Tipo de piel y bloqueadores: una guía básica
Si bien es importante agregar a nuestra rutina bloqueadores solares, también es necesario que escojamos el que mejor se adapte a nosotros, pues lo que menos queremos es que por cuidar la piel del sol, terminemos usando productos que nos generen resequedad, grasa u otro tipo de consecuencias negativas.
Si tienes miel grasa, o mixta a grasa, por ejemplo, lo recomendable es que utilices bloqueadores en gel o mucho más ligeros de lo que podría llegar a ser un protector común. Son de absorción rápida, por lo que no te dejarán un aspecto brillante ni te activarían la producción de más cebo, pues, de lo contrario, entre otras cosas, una mala elección podría generarte acné.
De hecho, si tienes una piel con tendencias a padecer de acné, o si ya estás diagnosticado con esa condición, hay bloqueadores solares fabricados para evitar más daños o lesiones.
Si tu piel es seca, o mixta a seca, la historia se invierte por completo, pues puedes utilizar productos que, además de protegerte del sol, te hidraten a profundidad. Incluso, podrás conseguir en el mercado protectores que mantengan la humedad de tu cara en su lugar. Se suma a este tipo de pieles las que son sensibles, que requieren productos, preferiblemente, sin aroma, y con propiedades hipoalergénicas.
Las posibilidades son infinitas, y dependerá del asesoramiento que tomes con especialistas para decidir qué productos y marcas pueden beneficiarte.