La nueva colección de Chopard, llamada Insofu, le hace un homenaje a los tesoros que nos ofrece la tierra.
La naturaleza, a lo largo de los años, ha servido, entre otras cosas, como inspiración para millones de artistas. Lo que surge de ella, y la belleza propia de ello, ha funcionado como la base de la que parte la construcción de importantes proyectos creativos. Prueba de ello es la nueva colección de Chopard, una de las compañías más exitosas en lo que se refiere a joyería. La más reciente propuesta de aquella marca hace honor a la esmeralda.
¿Cómo nació Insofu?
Fue en 2022 que Caroline Scheufele, copresidenta y directora artística de Chopard, presentó al equipo de trabajo una esmeralda en bruto de 6.225 quilates que había sido extraída, en Zambia, años atrás. Su impactante presencia hizo que los mineros detrás de su descubrimiento la bautizaran como Insofu, palabra que, traducida a nuestro idioma, hace referencia al elefante. Caroline, igual de impresionada que quienes lograron extraerla de la tierra, decidió adquirirla para crear una imponente colección de joyería.

La decisión de Caroline fue arriesgada, menciona la marca, pues ‘a diferencia de un diamante en bruto, cuya talla puede determinarse con precisión científica según una forma y un peso previstos, una esmeralda en bruto solo revela su potencial al pasar por un proceso de corte tan aleatorio como delicado’. Para descubrir, entonces, lo que había detrás de aquella piedra preciosa, Scheufele se reunió, en Ginebra, con los mejores artesanos lapidarios de la India, para estudiar, de manera meticulosa, lo que había detrás de ella.
Tras un año de cuidadosa revisión, de la esmeralda resultaron 850 quilates de esmeraldas talladas. Gracias a ello, el primer capítulo de la colección Insofu, de Chopard, comenzó a escribirse en 2024. Fue el año pasado que se creó, a partir de las esmeraldas, un conjunto compuesto por un collar, un par de aretes y un anillo. Aquellas piezas, además de tener las esmeraldas, se componían de rubelitas y turquesas.
¿Cómo es la nueva colección de Chopard?
Este año, tras el lanzamiento de ese conjunto de piezas, Chopard regresa con una nueva colección fabricada a partir de las esmeraldas que consiguió. Su nueva apuesta tiene 15 creaciones de alta joyería entre las que están cinco pares de pendientes, cinco collares, tres anillos, un brazalete y un reloj-joya.

Cada una de esas joyas, dice la marca, ‘refleja una faceta diferente del carácter de Insofu, tomando influencias de las líneas fluidas de la naturaleza, de las formas abstractas y del elegante rigor del movimiento Art Déco. Todas convergen en la expresión de una alegría de vivir tan artísticamente transcrita por Francis Scott Fitzgerald en El Gran Gatsby’.
El corazón de la colección, como su nombre lo dice, es el elefante. Ese animal se ve reflejado en un colgante hecho a partir de su silueta y, por supuesto, con esmeraldas. Además de aquel colgante, la colección se compone de gargantillas y collares que caen hasta la cintura. También contiene anillos de coctel y pendientes.
‘En cada piedra se encuentra una historia, y mi papel es escuchar y rendir homenaje a la magia natural que llevan dentro como un tesoro de la Tierra. En el caso de la Colección Insofu se trataba de respetar esta belleza inherente. Elegí las piedras de la mejor calidad del corazón de la esmeralda, combinándolas con diamantes, zafiros rosas y perlas. En cada piedra se encuentra una historia, y mi papel es escuchar y rendir homenaje a la magia natural que llevan dentro como un tesoro de la Tierra. En el caso de la Colección Insofu se trataba de respetar esta belleza inherente. Elegí las piedras de la mejor calidad del corazón de la esmeralda, combinándolas con diamantes, zafiros rosas y perlas’, dice Caroline Scheufele.



Una colección con intención y corazón
Además del lujo y la belleza que hay detrás de las piezas de Insofu, la colección tiene toda una causa social detrás de ella. Para reafirmar su responsabilidad social, Chopard usó el Provenance Proof’s Emerald Paternity Test desarrollado por el Gübelin Gem Lab, método que ‘consiste en inyectar unas nanopartículas en las fisuras naturales de la piedra en bruto, que permanecerán intactas, incluso después dela talla y el pulido’.
Ese método, además de lo mencionado, permite ‘identificar la piedra a lo largo de toda su vida. Incluso al cabo de varias décadas, un simple examen ofrecerá la posibilidad de vincular la joya con la piedra en bruto original, salvaguardando un vínculo ininterrumpido con su origen exacto’. Sumado a esto, desde julio del 2018, Chopard utiliza oro 100% ético.
La mina de la que se extrajo la esmeralda, Kagem, en Zambia, es pionera en proyectos de desarrollo en pro de las comunidades que colaboran con su trabajo. Allí, Gemfields financia proyectos dedicados a la educación, la sanidad y demás aspectos sociales. A todo lo anterior, además, se suma el apoyo de Elephant Family, entidad que trabaja por la conservación de la fauna salvaje de Asia, y las comunidades indígenas que viven junto a ella.



‘Este capítulo final de la Colección Insofu es un momento que estaba esperando, un momento que solo podía producirse en asociación con una noble causa para la protección de la fauna y la naturaleza, pasiones que han estado cerca de mi corazón durante muchos años. Estoy profundamente agradecida a todos aquellos, desde los mineros a los lapidarios, pasando por nuestros joyeros, que han contribuido a forjar el extraordinario destino de esta joya única. También quiero expresar mi sincera gratitud a Elephant Family por esta colaboración, que espero contribuya a poner de relieve la importancia vital de los esfuerzos de conservación’, mencionó Scheufele.
‘La trazabilidad es más que un progreso técnico, es un avance ético. La colección Insofu refleja nuestra convicción de que la verdadera belleza es el resultado de un compromiso sincero con las personas y las prácticas éticas’, añadió.