¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas te ven de una manera y otras de otra? Bueno, la astrología tiene una respuesta para eso, y se llama ascendente. Imagina que es como tu “yo” con filtro de Instagram: una versión de ti que el mundo ve primero, pero que también influye en cómo te ves a ti misma. ¿Intrigada? ¡Sigue leyendo y descubre cómo calcular el tuyo y cómo influye en tu vida!
¿Qué es el ascendente en astrología?
Imagina que el zodiaco es un gran teatro y tú, la protagonista. El signo solar es el papel que interpretas, tu esencia interior. Pero el ascendente es el vestuario, el maquillaje y la forma en que te paras en el escenario. Es la máscara que llevamos puesta, la primera impresión que damos al mundo. El Ascendente (o, para ser más precisos, el grado del ascendente) simboliza el momento de tu nacimiento, tu entrada a este mundo. Muestra las circunstancias que te rodeaban en aquel momento, o al menos cómo te pareció que eran.
¿Cómo calcular mi ascendente?
Para calcular tu Ascendente, necesitas saber tu fecha, hora y lugar de nacimiento. Puedes usar calculadoras online o consultar (en Las Claves de tu Carta Natal encontrarás un breve instructivo) a un astrólogo de confianza. Una vez que tengas esta información, podrás descubrir qué signo ascendía por el horizonte en el momento exacto de tu llegada al mundo.
¿Cómo influye el ascendente en la personalidad?
El ascendente moldea nuestra personalidad de maneras sutiles pero poderosas. Influye en nuestra apariencia física, nuestro estilo, nuestra forma de interactuar con los demás y hasta en nuestras elecciones profesionales. Es como un filtro que colorea nuestra experiencia de vida, añadiendo matices únicos a nuestro signo solar. Todo lo que experimentamos pasa por el filtro del ascendente, así que este nos da pistas importantes sobre cuál es nuestra actitud fundamental en la vida.

¿Cuáles son las características de cada ascendente?
- Aries: Impulsivo, enérgico y directo.
- Tauro: Sensual, práctico y amante del confort.
- Géminis: Comunicativo, curioso y adaptable.
- Cáncer: Sensible, protector y hogareño.
- Leo: Carismático, seguro de sí mismo y apasionado.
- Virgo: Analítico, perfeccionista y servicial.
- Libra: Diplomático, encantador y amante de la armonía.
- Escorpio: Intenso, misterioso y magnético.
- Sagitario: Aventurero, optimista y filosófico.
- Capricornio: Ambicioso, disciplinado y responsable.
- Acuario: Original, independiente y humanitario.
- Piscis: Compasivo, intuitivo y soñador.
¿Cuál es el regente del ascendente?
Es el regente planetario del signo ascendente y tiene un papel clave. Tu regente del ascendente es como el timonel, su posición por signo, casa y aspectos muestra una gama de experiencias y habilidades cuyo desarrollo sirve directamente a la historia que tiene lugar en tu carta, en particular a la historia central de tu Sol. Al ser el regente planetario de la primera casa, el regente de tu carta añade información adicional a todo lo que te dice el ascendente.
¿El ascendente cambia con el tiempo?
No, el ascendente es fijo y se calcula según el momento exacto de tu nacimiento. Sin embargo, a medida que maduramos, aprendemos a integrar las cualidades de nuestro ascendente de manera más consciente y armoniosa.

¿Qué es el descendente en la carta astral?
Este es el punto exactamente opuesto al ascendente, que implica de forma inmediata una energía opuesta pero complementaria mediante un par opuesto de signos. Los dos extremos del eje están unidos por un horizonte que se extiende de este a oeste a través de la carta.
Si el ascendente es el “yo”, entonces el descendente es el “no yo”, un conjunto de rasgos y patrones de comportamiento que no asociamos con nosotros, y suponemos que pertenece a otra persona.
Tanto ascendente como el descendente son piezas claves en el rompecabezas de nuestra identidad astrológica. Nos muestra cómo nos presentamos al mundo y cómo interactuamos con él. Así que la próxima vez que te mires al espejo, recuerda que no solo estás viendo tu signo solar, sino también la paralela influencia de estos aspectos personales.