Ya sea en Colombia, España, donde actualmente radica, Francia o cualquier otra parte del mundo, Juana Acosta es prueba viviente de que las mujeres, especialmente latinas, merecen liderar cualquier producción.
Con una trayectoria de treinta años y consolidada como uno de los grandes talentos de nuestro país, Juana Acosta apenas nos ha mostrado una probadita de su magia. En estas páginas, exploramos el pasado, presente y futuro de una artista cuyo granito de arena está dedicado a impulsar a la mujer en la industria del entretenimiento.
La carrera de Acosta inició a los 18 años en las telenovelas; pero, contrario a lo que muchos podrían pensar, la actuación no fue su primera gran vocación: ‘Fue la danza. Bailé desde los 3 hasta los 16 años, hasta que un acontecimiento traumático en mi vida, vinculado a la muerte de mi padre, castró mi vocación de bailarina. […] Menos mal apareció el teatro y la interpretación, donde pude colocar todo mi dolor. De verdad —lo pienso de corazón—, si no hubieran aparecido, no sé qué habría pasado conmigo’.
A la fecha, su hoja de vida está labrada con más de cuarenta películas y casi la misma cantidad de series televisivas, sin contar lo que está por venir, incluidos los frutos del reto que asumió junto a su hermana Valentina hace un par de años: la producción.
‘Nace de nuestra necesidad de contar historias donde las mujeres seamos protagonistas. Nuestro nicho es ese: narrar historias de mujeres, buscar esas voces femeninas latinoamericanas potentes en la literatura para adquirir derechos de libros y llevarlos al audiovisual’, explica Acosta.
Entre dos hogares
Cuando no hay oportunidades, hay que crearlas, y eso ha hecho con este emprendimiento: pasar de la queja a la acción. Cree firmemente que el cine y la televisión son herramientas poderosas para transformar realidades, y eso solo se logra siendo un elemento activo dentro de la industria: ‘Con nuestro networking de tantos años trabajando […], la idea es tender puentes, crear redes de mujeres creadoras para sacar los proyectos adelante. Creo mucho en la sororidad. Si las mujeres nos ayudamos unas a otras, seremos capaces de conseguir lo que queremos’.
De Calité Films, su casa productora, ya salió la primera cosecha. El año pasado estrenaron Del otro lado del Jardín, ópera prima de Daniel Posada, y La Fianza, de Gonzalo Perdomo, mientras continúan enriqueciendo su carrera actoral: ‘Nunca hemos pensado que el trabajo como productoras detendrá nuestro camino como actrices porque las dos somos superapasionadas, pero llega un momento en que necesitas tener más voz y voto dentro de los proyectos, y querer estar mucho más presente en todo el proceso creativo’.
Juana Acosta: con el corazón dividido
Hace 24 años, Juanita —como la conocen sus compatriotas colombianos— migró al otro lado del mundo sin saber que allí echaría raíces: ‘Me fui a Europa a estudiar. Llegué a Madrid porque quería formarme con Juan Carlos Coraza, quien hoy es un gran maestro, íntimo amigo y con quien preparo todas mis películas y mis personajes’.
Aún con su experiencia en cine, teatro y televisión, llegó a España con muchas preguntas y ansias de aprender y adquirir herramientas de trabajo: ‘Nunca me imaginé que me quedaría. Siempre pensé que mi camino era ir a estudiar y regresar a Latinoamérica, pero al final uno no sabe lo que la vida le depara’.
Sin reservas, admite que ha sido la mejor decisión de su vida, ya que le ha permitido profundizar en sus personajes, disfrutar más de su trabajo y, evidentemente, llegar a donde está.
Hoy, su corazón está dividido entre sus dos hogares: ‘Colombia es mi raíz, mi cordón umbilical. Ahí está mi familia y muchos de mis amigos… La extraño, pero soy inmensamente feliz en España. Es el país que me abrió las puertas, me abrazó, me acogió, me permitió desarrollarme personal y profesionalmente. Es donde tuve a mi hija, formé una familia y tengo gran parte de mis afectos’.
Para gusto de todos, este mes regresa a nuestro país con la serie Medusa, una producción de Netflix rodada en Barranquilla, Santa Marta y Bogotá: ‘Es un thriller dramático con un elemento mágico del que radica su originalidad. […] Fue una experiencia increíble rodar con un equipo colombiano esta historia de familia y poder, con un protagonista absoluto y alucinante, un personaje femenino muy potente, de esos que cuando llegan a la vida de una actriz son un regalo. ¡Y con un elenco soñado! Comparto escena con los mejores actores de Colombia. ¡Me siento inmensamente afortunada!’.
