La moda sustentable latinoamericana y su camino en el lujo global
Cuándo pensamos en lujo, por lo general visualizamos marcas de interés y reconocimiento global, el lujo ha sido definido a lo largo de la historia por varios rubros, incluyendo tradición familiar, calidad de producción, técnicas de artesanía y reputación. El lujo siempre ha representado una parte relevante del estilo de vida de su público meta, teniendo como etiqueta principal “el prestigio” y respondiendo en su mayoría a tradiciones de construcción impuestas por el viejo continente.
El origen del lujo en Latinoamérica
No distante de las tradiciones de marroquinería, construcción manual y tejidos producidos en Europa, el lujo de nuestra región combina todo esto, sumado a técnicas ancestrales y sustentables que promueven el uso adecuado de recursos y reconocimiento de tradiciones de las comunidades indígenas que coinciden en un elemento en particular: la tierra que habitamos es capaz de producir todo lo que necesitamos, entendiendo que los recursos y materiales que brinda nuestra región, son más que suficiente, para crear prendas y accesorios elevados, con estándares sumamente altos de calidad, que han abierto su propio camino en el mercado del lujo global.
La moda latinoamericana y la sustentabilidad
Piensa en piezas únicas con carácter individual, hechas a mano con superestándares de construcción, en un rango que visita desde head-wear, vestidos, faldas, blusas, kimonos hasta joyería, bolsas, carteras, sastrería y calzado. Compartiendo elementos en común, como el valor que brinda cada una de las personas involucradas en los procesos de creación de las piezas y una de las más importantes para la realidad actual de la industria de la moda, la sustentabilidad, como valor esencial de la latinidad al apoderarnos del uso consistente y responsable de los recursos, valor que ha sido implantado por nuestros antepasados, pero evolucionado y repensado para satisfacer al consumidor actual que cada vez es más consciente.
Piensa en textiles, tejidos a mano provenientes del cáñamo, algodones y sedas obtenidos éticamente, pieles veganas obtenidas de plantas como el cactus o de fibras de frutas como el mango y la piña. Ha sido nuestra región, la que durante siglos, se ha dado a la tarea de encontrar dentro de los mismos recursos de la tierra, una forma de cubrir las necesidades básicas y de vestimenta para sus poblaciones, ahora también con la posibilidad de expandir ese alcance, al exportar no solo los productos ya construidos, sino también la materia prima.
La globalización del lujo regional
Muchos son los nombres y también sus logros dentro de la industria, pero hay algunos en particular que han logrado forjar su camino en el lujo de forma orgánica, manteniéndose fieles a su esencia y valores. Estas son las marcas que representan casos indudables de éxito en la región.
Gabriela Hearst de Uruguay
Presente en prácticamente todas las tiendas y e-commerce de lujo del planeta, Gabriela ha sido un referente para muchas marcas que desean obtener un espacio sólido en moda. Sus políticas de cero desperdicio fueron esenciales en el lanzamiento de su marca en 2017, en donde presentó una colección con prendas y accesorios categorizados como lujo sustentable desde el inicio, acompañados de una iniciativa en donde artesanos uruguayos elaboraron cojines a mano para los invitados desde los sobrantes de cachemira de la colección.
En su camino de sustentabilidad, Hearst ha implementado soluciones de lujo como los bio-plásticos para sus empaques, medicines de la huella de carbono, descripciones claras de sus exclusivos materiales y respectivos orígenes, así como iniciativas para beneficiar a organizaciones sin fines de lucro en diferentes países.
Verdi de Colombia
Fundada en los 90, más allá de ser una marca, Verdi es una oda a la artesanía regional, sus creaciones combinan arte, home-wear y moda. La combinación de fibras naturales y materiales innovadores han generado un movimiento de diseño textil que se ha mantenido vigente por más de una década. A través de la tradición familiar y la reinvención, la marca ha creado colaboraciones con origen artesanal y sustentable que se posicionaron en los retailers de lujo más importantes del mundo.
Toribio y Donato de Costa Rica
Costa Rica es el país más sustentable de la región, sus prácticas ambientales han sido referentes para muchas industrias y la moda no es la excepción, Toribio y Donato nace de la transición de la marroquinería tradicional al uso de materiales sustentables, prácticas éticas y up-cycling, manteniendo altos estándares en la construcción de sus prendas y accesorios. Su participación en New York Fashion Week y la mayoría de Semanas de la Moda de la región, ha promovido el uso consiente de recursos sin sacrificio de calidad a ninguna escala.
Cynthia Buttenklepper de México
Teniendo como propósito dentro de su viaje de reinvención el resaltar la herencia de artesanía mexicana, las fibras naturales y las técnicas ancestrales de color. La casa ha creado un movimiento de apreciación hacia la moda mexicana, utilizando siluetas tradicionales combinadas con innovación geométrica y valor por el trabajo ético, al producir únicamente en pequeños talleres locales, convirtiéndose en una de las favoritas de stylists y celebridades como Yalitza Aparicio, Eréndira Ibarra y Kathryn Newton.
Nous Etudions Argentina
Si de innovación y vanguardia se trata, nuestra región tiene uno de los mayores exponentes de ambas categorías, Nous Etudions es el epítome de la moda sustentable y chic, desde su conceptualización hasta la selección y producción de materiales, la marca ha alcanzado una altura excepcional en la industria de la moda, desde colaboraciones con marcas como Off White, hasta ser la primera marca nominada al LVMH prize, galardón del gigante de lujo LVMH, que premia a los talentos más jóvenes y prometedores de la industria de la moda global, la casa nos demuestra que una sinergia entre la sostenibilidad total y la impecable composición de la imagen es posible.
