La niacinamida es uno de los productos más apetecidos a la hora de construir una buena rutina de cuidado para la piel.
Si hablamos de componentes que son de suma utilidad para el bienestar de nuestra piel, es imposible ignorar a la niacinamida. Su importancia es tal que se encuentra al interior de la lista de ingredientes de algunos de los productos que usamos en nuestra rutina diaria de skincare.
Se trata de una herramienta que nos ayuda a recuperar y restablecer algunas de las cosas que, naturalmente, perdemos con el pasar de los años. Incluirla en nuestra cotidianidad nos permitirá mejorar la apariencia del cutis.
¿Qué es la niacinamida?
De acuerdo con lo que explican especialistas, la niacinamida es una vitamina soluble en agua que logra atravesar la capa más superficial de la piel. Se encuentra en varios de los alimentos que consumimos a diario, como leche, huevos y carne. Es una forma de vitamina B3 que, a su vez, proviene de levaduras y las raíces de las plantas.

¿Para qué sirve?
A la niacinamida se le atribuyen varias acciones a favor de nuestra piel. Para empezar, es un efectivo hidratante. Usar productos que la contengan nos permitirá tener una piel tersa y con apariencia brillante. Así mismo, es esencial para la producción de colágeno, lo que, a su vez, reduce las arrugas o líneas de expresión. Nuestra piel, con la niacinamida, comenzará a recuperar su elasticidad.
Además de ello, la niacinamida es reconocida popularmente por su poder antiinflamatorio, algo que hace que sea ideal para el tratamiento de afecciones de la piel como el acné. Además de combatir la aparición de lesiones de ese tipo en la piel, la niacinamida es capaz de reducir el sebo, por lo que entonces también previene la aparición de más.
Así mismo, fortalece el proceso de creación de células nuevas, lo que permite que nuestro rostro esté constantemente libre de impurezas. La renovación continua, además, hace que las cicatrices o manchas que tengamos se reduzcan con el pasar del tiempo.
¿Qué pasa si uso la niacinamida todos los días?
A lo anterior se suma la capacidad calmante de la niacinamida en la piel. Su composición calma rojeces e irritaciones. Se le atribuye también la característica de ayudar a reducir manchas generadas por el sol, de hecho, tiene un buen actuar en el proceso de evitar el fotoenvejecimiento.

¿Cómo usar niacinamida?
Es importante mencionar que, antes de incluir cualquier producto a tu rutina de skincare, es necesario acudir a la experiencia de un dermatólogo que te indique acerca de tu tipo de piel y sus cuidados. Deberás tener en cuenta, una vez te haya autorizado un especialista a usarla, la concentración de niacinamida que contenga el producto que compres.
Aunque es un producto que generalmente va bien con cualquier tipo de piel, debes ser consciente de la reacción que tenga tu rostro a él. Así podrás decidir cuántas veces a la semana puedes usar la niacinamida y en qué cantidades.