Vincent Van Gogh: su ‘‘fascinación’’ por el color amarillo (posibles teorías).
Van Gogh era un innovador en el uso del color y estaba constantemente experimentando con nuevas técnicas y combinaciones cromáticas. Tenía sus colores favoritos, pues algunos eran recurrentes y le permitían explorar su profundidad emocional y su expresión artística de manera única.
Este postimpresionista tenía una fascinación especial por el color amarillo, y lo utilizaba de manera prominente en muchas de sus obras. Pero al parecer no era un tema de simple gusto, hay varias razones posibles detrás de esta preferencia:
Algunos expertos aseguran que Van Gogh asociaba este color primario con emociones específicas, como la felicidad, la energía y la vitalidad. Para él, era un color que transmitía vida y alegría, por lo que lo utilizaba para representar esos sentimientos en sus pinturas.
La luz del sur de Francia también pudo haber influenciado al pintor, teniendo en cuenta que durante su estancia en Arles quedó impresionado por la intensidad y el brillo del sol en esa región, pues allí el tono cálido domina el paisaje y es protagonista de la arquitectura local, motivo por el cual el neerlandés buscó capturar en sus obras esta variedad de amarillos vibrantes.
La ciencia ha intentado encontrar una respuesta a esta predilección del pintor, llegando a la teoría que relaciona su tendencia con una intoxicación por Digitalis purpurea conocida como digital, una planta usada para tratar diversas patologías, entre ellas las crisis maniacodepresivas ya que se le atribuían propiedades sedantes y antiepilépticas. El artista la consumía habitualmente en un intento por paliar los ataques que azotaban su cuerpo y mente.
Según esto, los pacientes que consumían un exceso de esta planta desarrollaban xantopsia, una patología que alteraba la percepción de los colores en los afectados, que tendían a ver los objetos con un tono amarillento. En pocas palabras veían el mundo a través de un filtro amarillo provocado por la medicina que consumían. De modo que el pintor tan solo trasladaba a los cuadros los tonos que observaba.
El Dr. Paul Gachet, protagonista de uno de sus cuadros, recetó dicha medicina al artista. Curiosamente el médico aparece en la obra con un ramo de digital sobre la mesa y al parecer era consciente de los posibles efectos secundarios letales que esta podía ocasionar.
Por otra parte algunos aseguran que con la xantopsia aguda, los azules habrían parecido verdes, mientras que los blancos y los amarillos habrían sido indistinguibles. Se deduce que seguramente Van Gogh padeció la enfermedad en un grado leve. Pues los tonos amarillos en sus obras están equilibrados con el uso del azul y del blanco, incluso de manera muy sutil.
Escrito por: Damián Torres