Cómo aplicar el mindfulness en tu día a día
Cuando tenemos jornadas pesadas y sentimos que hay mil pendientes por hacer, a veces nos llenamos de un sentimiento que nos abruma, estos son los días en donde debemos respirar y aplicar técnicas que nos permitan reorganizar nuestra mente y poder continuar el día sin ese sentimiento de angustia. Entre las diferentes técnicas que existen, una de las más nombradas es el mindfulness, te contamos de qué se trata.
¿Qué es el mindfulness?
Básicamente, lo que busca el mindfulness es redireccionar nuestros pensamientos y nuestra atención hacia las cosas que están sucediendo en el momento de manera intencional, sin juzgar lo ocurrido en el presente, tanto en el entorno como en los propios pensamientos, emociones y sensaciones corporales.
¿Cómo practicar mindfulness?
Esta práctica es utilizada en la meditación, pero se popularizó en la medicina y la psicología como una técnica para a reducir el estrés y mejorar la concentración, dando una sensación de bienestar. Hay muchas formas de practicar el mindfulness, sin embargo, la forma más sencilla son algunas pequeñas acciones como las siguientes.
Respiración consciente
Se trata de un acto tan simple que hacemos todo el tiempo, pero solemos olvidar la importancia de tomar conciencia de la respiración, porque aunque no lo creas, solo con el manejo de esta podemos calmar la mente y la conciencia. Además, solo con este simple ejercicio se ha comprobado que podemos aliviar algunos síntomas de la ansiedad y la depresión. El primer paso es tomarse unos minutos cada día para centrarte en cómo entra y sale el aire de tu cuerpo.
No más multitasking
Contraria a la creencia popular, el multitasking es una de las peores prácticas de la actualidad porque divide nuestra concentración en muchas actividades y reduce nuestra efectividad. Por lo tanto, la primera acción para practicar el mindfulness es enfocarte en tareas uno a uno. De esta forma lograrás tener mayor concentración para terminar tus pendientes.
Escucha atentamente a tu alrededor
Esta acción la puedes hacer sola o en compañía, porque simplemente se trata de dirigir tu atención hacia lo que puedes escuchar a tu alrededor, desde una conversación sin emitir tu opinión hasta enfocarte en el ruido de las hojas de los árboles. Simplemente, pon atención a lo que escuchas, esto beneficiará tu memoria, autoconciencia y capacidad de concentración.
Pausa consciente
Párate, estira, haz una caminata breve y observa tu entorno. Respira tranquilamente y libera el estrés. Aprovecha este momento para bajar el rito y silenciar el ruido mental. No necesitas dedicar mucho tiempo, una sesión de 15 minutos será más que suficiente.
Disfruta de lo que comes
A veces cuando nos alimentamos tenemos distractores como las redes sociales, una llamada o una persona conversando con nosotros que puede amenizar estos momentos, pero a la vez nos desconcentran y nos llevan a comer sin pensar en lo que consumimos, ni en sus sabores o la cantidad.