Toalla de microfibra para el cabello: para qué sirve
Mantener un cabello sano no solo recae en usar tratamientos adecuados para su lavado, sino también para su secado. Las toallas de microfibra juegan un papel importante en ese paso, y las razones son varias. Además de mantener buenas rutinas de higiene, y de evitar el exceso de uso de artefactos de calor para moldear la forma de nuestro cabello, las toallas de ese tipo cumplen con aportarle beneficios a nuestra salud capilar. Fabricadas con materiales ultrafinos, como lo son el poliéster y poliamida, son altamente absorbentes.
Ahora bien, ¿por qué es bueno usar toallas de microfibra? Los argumentos son varios. Para empezar, los materiales que las componen permiten que salga de nuestra fibra capilar, solamente, el agua con la que nos bañamos, sin embargo, no le arrebata al cabello su humedad natural. Esto hace que el cabello se vea brillante y se mantenga suave. Este tipo de toallas, en otras palabras, solo retiran el exceso de humedad, balanceando la cantidad que se considera como suficiente.
Al ser tan delicada con tu cabello, ayuda a prevenir la aparición de horquilla, es decir, aquel fenómeno que hace que tu pelo se abra a la mitad hacia la zona de las puntas. Una toalla regular puede generar que, con la fricción, tu fibra capilar se fracture y se desgaste. Esta misma capacidad permite que el cabello se seque sin terminar esponjado o con frizz, por lo que es muy útil si tu cabello es ondulado o rizado. Dentro de los demás beneficios de las toallas de microfibra se incluyen el secado rápido. Es de recordar que, por sus materiales, pueden absorber hasta cuatro veces más de lo que haría una toalla común y corriente.
Además de ser beneficiosas para el cabello, las toallas de microfibra son amables con tu economía, pues son mucho más duraderas.
¿Cómo secar el cabello correctamente?
Si quieres secar tu cabello de manera natural, haciendo solo uso de la toalla, recuerda que debes hacerlo de una manera correcta. Debes entender que tu cabello húmedo está en una situación muy sensible y delicada, por lo que necesitas seguir un sencillo paso a paso para no lastimarlo. Antes de cualquier instrucción, es importante mencionar que no debes halar o raspar tu cabello con la toalla.
Lo principal es apretar tu cabello, solo con tus manos y dedos, hasta que deje de gotear. Cuando ya tu cabello parezca perder la humedad pesada del agua, lo sostendrás en tu cabeza con ayuda de tu toalla de microfibra. Mientras esté cubierto en la toalla, podrás apretar un poco más para retirar lo que queda de humedad.
Terminado este proceso, peina tu cabello con tus dedos antes de pasar un cepillo. Con tus manos tendrás más control para desenredar los nudos que quedan después del baño, algo menos agresivo que pasar inmediatamente un peine por tu cabellera. Tras separar tu cabello con tus dedos, podrás, ahora sí, usar un cepillo convencional.
Cuando esté desenredado, puedes dejarlo secar al natural. Si quieres darle forma, usa espumas o cremas de peinar para moldearlo, y si buscas protegerlo del sol, consigue productos que tengan en su composición elementos en contra del daño de los rayos UV.