Tejidos Rebancá presentó la colección ‘‘Un tiempo para florecer’’ en la Bogotá Fashion Week
Desde Iza, Boyacá, los abrigos y las ruanas, que destacan por su excepcional trabajo artesanal, tomaron protagonismo en la pasarela de la Bogotá Fashion Week en una colección que rescata los oficios textiles ancestrales.
En esta propuesta, el cuerpo se pensó como una casa que se viste, representando la piel como un jardín lleno de flores. Un lugar creado para hacer nacer la belleza, aquella que no solo proviene de los colores y las formas, sino también de la salud y el bienestar que se puede encontrar allí.
Los diseñadores Silvino Patiño y Francisco Gómez, se inspiraron en los jardines de las maestras hilanderas, donde se pueden encontrar distintos tipos de coloridas plantas como las aromáticas, las ornamentales, las medicinales e incluso las alimenticias, como si estos lugares se tratasen de una alacena llena de recursos para sobrevivir.
Esta marca de ropa hecha 100% a mano, presentó prendas diseñadas con tejidos de lana de oveja: un material reconocido como patrimonio artesanal. Con esta fibra natural se confeccionaron piezas propias del vestuario campesino boyacense y cundinamarqués. La típica ruana fue llevada a variaciones atemporales, llegando a versiones vanguardistas de abrigos, blazers o chaquetas, que generan una mínima cantidad de desperdicio en su elaboración.
Cada prenda se transforma en una obra de arte que logra unir la innovación y la tradición. La apertura de la pasarela corrió por cuenta de artesanas y artesanos, entre las que se encuentran Hilda Patiño, Araminta Barrera, Rosa Molina, Rosalvina Herrera y José Boada. Todos ellos reconocidos en la región por ser expertos en el tema de contar historias con cada hilo, preservando la belleza de las técnicas ancestrales que usan en cada proceso.
El abrigo seleccionado para el cierre del desfile mostró la belleza de los procesos artesanales, con un resultado bastante interesante que aprovecha el fieltro y sus propiedades en cuanto a caída y volumen, sin dejar de lado el hermoso bordado en lana que realza toda la pieza.
Los directores creativos visitaron Iza, Sogamoso, Tota, Tibasosa y Firavitoba para oler, palpar, escuchar y observar cómo se crea la belleza, mientras nacen las fibras y el campo florece, para afianzar su compromiso con la sostenibilidad al tiempo que ofrecen vanguardia en el diseño. Entre sus técnicas respetuosas con el medio ambiente encontramos el uso de plantas como ruda, acacia y nogal para teñir la lana, en este homenaje a la riqueza cultural de nuestro país.
Escrito por: Damián Torres