El bloqueador solar en barra te ofrece ventajas que los convencionales no. Te contamos cuáles y por qué deberías probarlo.
No importa si tu rutina de skincare es muy elaborada o no, siempre y cuando no falte, por ningún motivo, el bloqueador solar. Es bien sabido que la exposición a los rayos ultravioleta genera varios problemas en nuestra piel, desde manchas, arrugas, hasta afectaciones mucho más graves como el cáncer.
Es por ello que antes de cualquier otro producto, el que no puede faltar nunca en nuestra lista de autocuidado es un buen protector. Las alternativas que tenemos a nuestra disposición en el mercado son varias, dependiendo de las necesidades que tengamos.
Es sencillo encontrar el bloqueador que mejor se adapte a nosotros, desde algunos en gel para pieles grasas, hasta otros ideales para pieles con tendencia a ser secas. Desde hace algunos años, entre las alternativas de formatos y componentes, ha llamado la atención la presentación del protector solar en barra.
¿Qué es el bloqueador solar en barra?
Literalmente, se trata del mismo cosmético, pero compactado en una estructura sólida que tendremos que frotar a lo largo de nuestra cara. Al contacto con el calor de la piel, se derrite y deja a su paso sus componentes en nuestro rostro.
¿Qué tan efectivo es?
El bloqueador solar en barra es igual de efectivo que el convencional que conocemos en crema. Aunque sus diferencias son varias, y sus ventajas otras, cumple la misma función.
Beneficios del bloqueador solar en barra
El bloqueador solar en barra tiene algunos puntos extras sobre el común y corriente en crema y gel. Para empezar, cuenta con una aplicación controlada. A veces, cuando son líquidos, calculamos mal y ponemos más de lo normal en nuestras manos, por lo que tenemos que aplicar de nuevo, compartir o aplicar en otras partes de nuestro cuerpo. Con el bloqueador sólido nada escurre, por lo que el desperdicio o exceso de uso no es una posibilidad recurrente.
Los componentes del bloqueador en barra lo hacen ideal para todo tipo de piel. Al ser tan ligero, hidrata las pieles secas, y no aumenta el sebo de las pieles grasas. Se absorbe rápido y no genera un acabado espeso. Tampoco deja la piel pegajosa. Es fácil de aplicar y, al ser transparente, no debes preocuparte por tener un espejo para cerciorarte que queden parches blancos en tu cara.
Es perfecto para llevar a cualquier parte, por lo que reaplicarlo constantemente en el día es muy sencillo.
