Qué es la exfoliación y para qué sirve
La exfoliación es de suma importancia para la salud de nuestra piel. Te contamos cómo hacerla correctamente.
Nuestra piel es, además de uno de los órganos más grandes de nuestro cuerpo, un puente de comunicación entre nuestra estructura interior y exterior. Al ser la capa que nos recubre, es una de la que requiere más cuidados, pues está en constante estado de vulnerabilidad frente a agentes externos. Mantenerla sana, con ayuda de una buena alimentación y una buena rutina de cuidado, es esencial. Exfoliarla se encuentra entre esos procedimientos que deberíamos hacer constantemente.
¿Qué es exfoliar la piel?
Cuando hablamos de exfoliación nos referimos a una técnica de remoción de células muertas que, naturalmente, están en nuestra piel. Tras terminar su labor, que quedan allí, pero ya no tienen ninguna utilidad. De hecho, dejarlas ahí, puede dejarnos consecuencias, entre ellas, manchas o sectores de nuestra piel en la que se vean algunos pedazos levantados.
De acuerdo con lo que explican medios especializados, hay un ciclo de 28 a 42 días en el que las células de la piel se trasladan de la capa media (dermis) a la capa externa (epidermis). Llegando a su destino final, se desprenden y le dan paso a nuevas células. Este proceso es completamente natural, y hace parte de la renovación rutinaria del órgano para sustituir tejido dañado o lesionado.
Además de ello, exfoliar la piel estimula la circulación de la sangre, elimina toxinas, y le da brillo a la piel. Además, prepara a la piel para que reciba mejor los productos que usemos en ella. Elimina los poros obstruidos, lo que, a su vez, evita brote de acné.
¿Cómo se hace una exfoliación en el cuerpo?
Lo primero que debemos saber es que la exfoliación no debe hacerse a diario, por el contario, solo debe hacerse una o dos veces por semana. Hay varios productos que puedes usar, todo dependerá de tus preferencias en marcas. Primero tendrás que limpiar tu piel con el jabón dermatológicamente recomendado que ya uses. Una vez limpia, podrás comenzar con la exfoliación.
Hay dos tipos de exfoliantes, los químicos y los mecánicos. Los primeros tienen como característica que disuelve, detalla Nivea, la piel muerta, mientras que los segundos la retiran físicamente. El primer método es recomendable para pieles sensibles, y el segundo para pieles con tendencia a ser normales o grasas.
Luego de exfoliar, será necesario hidratar la piel y aplicar bloqueador solar, siendo estos dos pasos normalmente necesarios en la rutina diaria. Este proceso no es solo para la piel de tu cara, lo ideal es hacerlo en tu cuerpo, especialmente, en zonas como tus manos y pies, o en tu zona íntima, exactamente, antes de procesos como la depilación.
Es recomendable, también, que hagas la exfoliación en horas de la noche, cuando es poco probable que tu piel se someta a luces dañinas como la del sol. Además, coincidiría con tu hora de dormir, algo que hace del proceso algo mucho más efectivo, pues le das chance a tu piel, de descansar.
Contraindicaciones del proceso
Como mencionamos antes, evita, en la medida de lo posible, salir a tomar el sol, sin bloqueador, tras una exfoliación, pues tu piel se encontraría en un estado de mayor sensibilidad. Tampoco hagas exfoliaciones inmediatamente después de procedimientos en tu piel.
Evita, a su vez, hacer exfoliaciones con recetas caseras, al menos no las hagas sin asesoría de un profesional. Aunque hay productos naturales que nos ayudan, hay otros que podrían causarte lesiones.